El Comité Olímpico Internacional (COI) consideró este martes que si los sitios de competiciones de los Juegos Olímpicos de Pekín (4-20 febrero) se llenaran entre un 30% y un 50 % de su capacidad sería “un buen resultado”.

“Va a haber un programa para la población local, que permitirá asegurar la presencia de espectadores en las tribunas, pero también garantizar la seguridad de todos los participantes”, explicó Christian Dubi, el director ejecutivo del COI, en el sitio internet de los organizadores.

“En términos de capacidad, diría que si tenemos una persona de tres (en los lugares en las tribunas) o una sobre dos, sería ya un buen resultado”, afirmó, cuando los organizadores chinos habían renunciado, el 17 de enero, a vender billetes al gran público, debido a la situación epidémica, prometiendo recibir a espectadores por invitación.

En septiembre, ya habían prohibido la presencia de espectadores procedentes del extranjero en septiembre pasado.

La situación podría ser diferente según los sitios sean en interior o exterior.

“Pero lo bueno es que vamos a tener espectadores. No solo chinos sino también extranjeros residentes en China, hemos insistido en ese punto. Habrá por tanto también expatriados”, añadió recordando que los Juegos de Tokio del año pasado se desarrollaron a puerta cerrada.

Los Juegos Olímpicos se disputan en tres zonas, en Pekín (deportes de hielo y Big Air), en Zhangjiaku, a 180 km al noroeste de Pekín (Freestyle, esquí nórdico y biatlón) et Yanqing, a 80 km a noroeste de Pekín, (esquí alpino, luge, bobsleigh y skeleton).

El domingo, Pekín registró su mayor número de casos de Covid-19 desde hace 18 meses, con 20 casos, mientras que la media desde el sábado en la burbuja olímpica es de 32 casos.

China está lista

A pocos días de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebrarán del 4 al 20 de febrero, China dice estar lista, pese a la incertidumbre por la covid-19 y otras cuestiones como el respeto a los derechos humanos y las acusaciones de espionaje informático.

Las pistas de esquí y de patinaje, así como los trampolines, ya están preparados en un país donde la planificación se erige casi como una religión. Todas las infraestructuras de la competición están finalizadas desde hace más de un año.

Por este motivo, China, que está viendo cómo los deportistas, periodistas y delegaciones van llegando de manera progresiva desde hace semanas, promete unos Juegos “espléndidos, excepcionales y extraordinarios”.

Medidas

Gracias a las fuertes medidas (confinamiento localizado, cierres de fronteras, cribado y seguimiento de los movimientos), el país, salvo brotes esporádicos, está libre de coronavirus desde la primavera de 2020.

Pero con la llegada de miles de extranjeros, potenciales transmisores del virus, Pekín ha implantado una burbuja sanitaria para evitar una explosión de casos, un aislamiento incluso más restrictivo que en Tokio durante las Olimpiadas de verano en 2021.

Hasta ahora, el dique aguanta. Pese a que se han registrado decenas de casos positivos en los últimos días entre los participantes, no hay ningún brote en la burbuja.

“Hay opciones de que estas medidas sean efectivas”, señaló Yanzhong Huang, especialista en cuestiones de salud en el Council on Foreign Relations estadounidense.

“Todo un equipo puede ser puesto en cuarentena si uno de los miembros da positivo”, agregó Yanzhong Huang.

Fuera de la burbuja, la ciudad de Pekín se enfrenta desde hace unos días a un repunte epidémico por la aparición de la variante ómicron.