Un mar de reacciones se han conocido luego de la gran polémica que se dio el fin de semana pasado en el juego entre Jaguares de Córdoba e Independiente Medellín por la liga colombiana, donde el equipo poderoso no se presentó en el estadio de Montería reclamando garantías por el paro armado que se lleva a cabo en esa zona del país.

El partido, que estaba pactado para las 8:00 p. m. del día sábado, no se pudo llevar a a cabo, pero el equipo local, Jaguares, se presentó, junto a la terna arbitral, ganando el duelo por W.O. Ante esta postura del cuadro de Montería, las críticas no se hicieron esperar hacia este club y por supuesto, hacia la Dimayor, ente que se mantuvo en la decisión de disputarse este duelo por la fecha 19.

Por medio de su presidente, Fernando Jaramillo, el ente regulador del fútbol colombiano aseguró que no había razones para que el Medellín no se presentara a dicho partido, pues se habían asegurado las garantías de seguridad para que este se llevara a cabo con total normalidad.

“Yo no puedo basarme en el criterio ni de Acolfutpro ni del DIM para ver si hay en los partidos las condiciones para jugarse. El alcalde, el comandante de Policía, el comandante del Ejército y el ministro del Interior tenían información de fuentes oficiales de que las condiciones estaban dadas y que nos iban a prestar toda la seguridad para que se hiciera el encuentro”, aseguró Jaramillo.

Y agregó que “la Policía y el alcalde me aseguraron por escrito que había condiciones. Así fue como se estableció que se podía jugar. La valoración de orden público no la tengo yo, la tienen las autoridades y dicen que había las condiciones”.

Como si fuera poco, para ponerle más tensión a esta polémica, Jaramillo comparó el caso del DIM con un hipotético cierre del sistema masivo de transporte en Bogotá, TransMilenio, respuesta que generó gran polémica por la magnitud del hecho.

“Tampoco podemos dejar que esas decisiones la tomen los mismos clubes, porque el día de mañana cierran TransMilenio y entonces un equipo dice ‘no, no puedo viajar a Bogotá’”, dijo el dirigente.

Diversas posturas por parte de los dirigentes

Nelson Soto, directivo del equipo de Montería aseguró en primera medida que: “El presidente del Medellín el día viernes me llamó para preguntarme ‘¿Cómo están las condiciones en Montería para el partido?’. Yo le contesté que las condiciones estaban perfectamente bien, que podía estar tranquilo, el alcalde le envió una carta al presidente de la Dimayor garantizando la seguridad y que el partido podría desarrollarse sin ningún inconveniente”.

“A mí el presidente del Medellín nunca me dijo que hiciéramos un aplazamiento del partido. Luego en la noche me entero en los medios que el DIM no viajaba a la ciudad de Montería porque no había las garantías de seguridad, cosa totalmente ajena a la realidad”, complementó.

A su vez, aseguró que de haberse presentado algún inconveniente o alerta, otra habría sido su decisión: “Pueden estar seguros que si se presentaban hechos en la ciudad de Montería que hicieran tomar otra decisión, Jaguares habría sido el primero en tomarla”.

Daniel Ossa, como representante del cuadro poderoso, dio a conocer otra versión sobre las negociaciones previas para el juego: “No es así. No tengo forma cómo argumentarlo, es un tema interno entre nosotros y Dimayor; adicional hicimos una llamada a Jaguares en las horas de la mañana en donde nos dijeron ‘aló, no me vaya a hablar del partido que aquí no está pasando nada’ y posterior a ello tratamos de comunicarnos con él en la tarde y no hubo respuesta”.

“Hubo dos cartas para el aplazamiento del partido a la Dimayor antes del partido y hubo negativa, nos servirán para hacer los descargos en el momento que sea requerido”, informó.

Defendió la postura de su equipo y añadió lo que deseaban conseguir: “Consideramos que hay un tema de fuerza mayor y lo único que pedíamos era un aplazamiento, dos tres días, buscar una fecha para jugar el encuentro. Dimayor propuso una cancha neutral, el señor de Jaguares se niega rotundamente a cambiar algo”.