Luego de que miles de hinchas e incluso la propia vicepresidenta de la República rechazaran la suspensión del contrato a las futbolistas de Independiente Santa Fe por ser un acto discriminatorio, el presidente del equipo, Eduardo Méndez, rompió el silencio. En una entrevista con la emisora Blu Radio, el directivo explicó que los contratos del equipo femenino se firmaron por seis meses debido al corto tiempo en que se juega el torneo femenino, “entonces, si se seguía con el contrato, este se terminaría y no podríamos competir en liga”.

Según Méndez, el hecho de que el equipo pagará sueldo parcial a jugadores y a las mujeres les suspendió el contrato no implica, dice, una situación de discriminación: “Nunca se llegó a un acuerdo porque fueran mujeres, fue un acuerdo mutuo”.

De igual forma, aclaro que, contrario a la información que la propia institución publicó en su comunicado de prensa, la suspensión de los contratos no implica que las jugadoras no reciban el pago de sus sueldos, de hecho, “a todas se les va a pagar el 50 % de su salario, el arriendo de donde están alojadas y los recibos de los servicios de estos meses”. “Pido excusas a todas las mujeres si creen que el actuar de Santa Fe fue por género. Ninguna de las niñas se ha quejado, ellas están agradecidas porque les vamos a pagar”, agregó. De igual forma, el club publicó una nota de prensa que recoge otras aclaraciones de su presidente, como que “el acuerdo que se realizó con ellas es que se les cancelará el 50% de su salario estos meses. La que menos gana va a recibir el salario mínimo, solo cuatro jugadoras ganan esto” Además, según dice, “el 90% de las jugadoras no son de la ciudad, el club seguirá cubriendo los gastos como lo son arriendos y servicios. La institución asume esos costos”. La polémica Todo empezó el pasado lunes, cuando Independiente Santa Fe publicó en la noche un comunicado en sus redes sociales en que anunciaba un acuerdo con sus empleados, incluyendo futbolistas y directores técnicos, para que al equipo masculino se le haga un pago “parcial” de sus sueldos, mientras que a las mujeres se les suspendería el contrato laboral.

Dice el documento que “la remuneración salarial para el plantel profesional masculino y para los funcionarios administrativos se pagará de manera parcial, mientras dure la emergencia sanitaria que se vive a nivel mundial. Para el plantel profesional femenino, los contratos de trabajo se suspenden por mutuo acuerdo y se hará entrega de un auxilio que les ayude a cubrir el mínimo vital mientras se supera esta penosa situación”. Varias voces se alzaron en contra de esta medida, calificándola de machista y discriminatoria, entre ellas la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, quien envió una carta al presidente del equipo rechazando la medida. Ramírez mostró su “absoluto rechazo” y consideró la determinación como “discriminatoria y arbitraria”.

“Como vicepresidente, como colombiana, pero sobre todo como mujer, no puedo pasar por alto este hecho y expreso mi total apoyo y solidaridad a las jugadoras de Independiente Santa Fe. Usted, en su condición de líder deportivo y alto directivo, tiene la responsabilidad de generar equidad desde el deporte”, fue el fuerte llamado de atención de la alta funcionaria.