Este viernes inició la segunda fecha de partidos en la fase de grupos del Mundial de Qatar 2022 con un choque de alta tensión entre Irán y Gales, dos equipos que debutaron sin victoria y necesitaban como diera lugar los tres puntos para seguir soñando con la clasificación a octavos de final.
Irán cayó estrepitosamente frente a Inglaterra 6-2, mientras que Gales apenas logró rescatar un empate de su primer encuentro ante Estados Unidos, gracias al tanto de penal de Gareth Bale.
Durante el primer tiempo y gran parte del segundo el partido estuvo igualado con opciones de lado y lado, siendo Irán el más insistente en procura del gol, que no llegaría hasta el tramo final, justo después de la expulsión del arquero Wayne Hennessey a los 86 minutos.
Luego de un pase al vacío, Mehdi Taremi se encontró de frente con Hennessey, que llegó tarde a la jugada y terminó arrasando al delantero del Porto. En principio el árbitro sancionó con tarjeta amarilla, pero luego sería llamado por el VAR ante la posibilidad de una roja directa.
Tras la revisión, el juez central anuló la amonestación y se metió la mano en el bolsillo para sacar la roja, la primera que se muestra en esta edición de la Copa del Mundo.
Lo que no esperaban en Gales era que esta expulsión provocara toda una avalancha de oportunidades de gol para Irán, que cerraría el marcador con un 2-0 solo en los nueve minutos de reposición que marcó el tablero luminoso.
Rouzbeh Cheshmi y Ramin Rezaeian fueron los autores de los goles que hicieron estallar de emoción las tribunas del Ahmed Bin Ali. En el banquillo, Carlos Queiroz, extécnico de la Selección Colombia, celebró con abrazos y gritos para los suyos, que sueñan con conseguir la primera clasificación a octavos de final en la historia.
Triunfo en protesta
Terminado el encuentro, los jugadores de Irán corrieron a abrazarse con sus compañeros y festejaron como si se tratara de un título, incluso cargando en hombros al técnico Carlos Queiroz, símbolo de este gran logro para el país proveniente de la confederación asiática.
Estos tres puntos tienen un significado especial para una selección muy criticada en su país, por cuenta de las protestas que han adelantado en contra de la represión del Gobierno con las mujeres, todo esto producto del fallecimiento de Mahsa Amini, que presuntamente fue asesinada por la policía de la moral con el argumento de haber portado mal su tradicional vestimenta.
Las ruedas de prensa oficiadas por Queiroz, por ejemplo, han tratado más de cuestiones políticas que de fútbol, un aspecto que se hace más visible ahora que tienen grandes posibilidades de avanzar a la próxima fase.
“Los periodistas tienen derecho a preguntar. Para nosotros no hay problema, pero es importante que, si nosotros respetamos, vosotros respetéis. No hay nada malo en que los periodistas pregunten lo que quieran. Nosotros tenemos la libertad de responder o no. Lo que me extraña es que no hacéis esas mismas preguntas a otros países que pueden tener problemas también. No creo que sea justo preguntarles solo a ellos y juzgarles”, lanzó el portugués en la previa a este juego contra Gales.
Después de terminar la conferencia, una periodista se le acercó a Queiroz y lo cuestionó por la situación que vive actualmente Irán. Ante esto, el experimentado estratega, que también dirigió al Real Madrid en la década de 2010, respondió con un tono de voz bastante fuerte y le reprochó a la comunicadora sus preguntas.
Luego de esto, las demás personas que se encontraban en el lugar tuvieron que intervenir en la situación y separar tanto a Queiroz como a la periodista para evitar una confrontación más fuerte.