El Al-Nassr de Arabia Saudita, en el que milita el cinco veces ganador del Balón de Oro, Cristiano Ronaldo, no podrá realizar fichajes mientras no salde sus deudas, lo que supone un freno para las ambiciones deportivas del rico país petrolero, indicó la Fifa este jueves.
El equipo saudita “está actualmente impedido de registrar nuevos jugadores debido a las deudas impagadas”, explicó a la AFP un portavoz de la Fifa, confirmando una información del periódico británico The Mirror.
La instancia mundial no precisó el monto, ni el origen de esas deudas, el inicio de esa prohibición, ni si compromete el fichaje del volante croata del Inter de Milán Marcelo Brozovic, que firmó a comienzos de julio por el Al-Nassr.
“Las prohibiciones en cuestión se levantarán en cuanto el pago de las deudas sea confirmado por los acreedores”, añadió el portavoz.
El Al-Nassr, que se ha hecho este verano con los servicios del entrenador portugués del Botafogo Luis Castro, cuenta en su plantel con el arquero colombiano David Ospina, el centrocampista brasileño Luiz Gustavo y el extremo argentino Gonzalo Martínez.
En octubre de 2021, la Comisión del Estatuto del Jugador de la FIFA condenó al Al-Nassr al pago al Leicester inglés de 460.000 euros más intereses en un litigio sobre del traspaso del nigeriano Ahmed Musa, concluido por un total de 18 millones de euros.
En caso de impago, el Al-Nassr podría verse privado de la posibilidad de fichar por un periodo de hasta tres temporadas.
Respaldada por el fondo soberano del estado del Golfo, la Saudi Pro League está atrayendo a grandes nombres de los principales campeonatos europeos bajo la promesa de elevados salarios.
El excapitán del Liverpool, Steven Gerrard, llegó para entrenar al Al-Ettifaq a primeros de julio, mientras que Karim Benzema y N’Golo Kanté también acaban de arribar al fútbol saudita, que tiene todos los focos del mundo detrás de las insólitas inversiones que han hecho tras la llegada de CR7.
Una nueva era del mercado
Arabia Saudita, poderosa monarquía del Golfo y rica por su petróleo, ha sido a menudo criticada por su balance sobre los Derechos Humanos. De manera paralela, se ha posicionado rápidamente en la escena deportiva mundial con la inversión de miles de millones de dólares.
En el fútbol, el país sueña con acoger el Mundial en 2030, un evento planetario que ayudaría a mejorar su imagen ante inversores y turistas, en un momento en el que busca diversificar su economía, dependiente del petróleo.
“La presencia de Cristiano Ronaldo y otras megaestrellas aseguran una publicidad constante para Arabia Saudita, lo que le garantizará en parte estar en el foco cuando anuncie su candidatura para el Mundial 2030″, explica el egipcio y experto en el fútbol Amir Abdelhalim.
Visto el efecto que se espera, “100 millones de euros por Benzema, ¡es un regalo!”, estima Jean-Baptiste Guégan, especialista en la geopolítica del deporte. “Si la misma suma se hubiera destinado a una campaña tradicional de comunicación turística, no habría tenido este impacto. Con los futbolistas, el eco es completamente desmesurado”, subraya.
Para Jean-Baptiste Guégan, Arabia Saudita recurre a grandes nombres del fútbol para responder a las expectativas de las nuevas generaciones, en un país donde ese deporte es especialmente popular, pero también para ayudar a progresar a su selección nacional, que en el Mundial de Qatar 2022 dio la sorpresa en la fase de grupos derrotando en el debut a Argentina.
“Mohammed Ben Salman necesita preparar los cuarenta próximos años. Eso pasa por dar satisfacción a la juventud, que representa más del 60% de la población saudita, dándoles divertimentos, reconocimiento y los mejores talentos disponibles para preparar el futuro”, subraya Guégan.
Durante diez años, China también evidenció un gran apetito por los futbolistas y entrenadores de prestigio internacional, pero la crisis inmobiliaria puso a los clubes chinos en apuros y frenó la apuesta.
“El proyecto de Arabia Saudita es diferente al de China. La inversión actual está apoyada por un gobierno muy rico y si bien los clubes chinos pagaban mucho dinero, no era por estrellas así”, señala Amir Abdelhalim.
*Con información de AFP.