La leyenda del tenis Rafael Nadal ocupa este lunes todas las portadas en España tras agrandar su figura el domingo con su 14º Roland Garros, luchando contra sus propios problemas físicos, a cuya evolución pareció fiar su futuro deportivo.
“Siempre gana Rafa”, “Rafael XIV, el rey Sol”, “Eterno”, la prensa española ya no encuentra adjetivos para ensalzar la hazaña de Nadal, quien el domingo se hizo con su 22º Grand Slam, dos más que Novak Djokovic y Roger Federer.
“No hay palabras para definir la enésima proeza de Rafa Nadal. Se agotan los adjetivos con los que calificar la trayectoria del mallorquín. Es, sin duda, el mejor tenista de la historia”, escribió en su columna el director de Sport, Lluís Mascaró.
Los diarios y comentarios del lunes ensalzan la nueva gesta del mallorquín, quien se impuso al noruego Casper Ruud por un contundente 6-3, 6-3 y 6-0 en su terreno preferido, la tierra batida de Roland Garros.
“Miedo escénico da el Bernabéu. Y pavor escénico debe ser lo que provoca Nadal en su terrario, en el que lleva años devorando rivales”, escribió el periodista Jesús Mínguez en As.
La tenacidad y el longevo éxito de Nadal destaca en todas las crónicas, donde también se da cuenta de la incertidumbre sobre su futuro, acosado por sus problemas en el pie izquierdo.
“Continuaré luchando”
“No sé qué pasará en el futuro, pero continuaré luchando para seguir el mayor tiempo posible”, decía el español sobre la pista tras su victoria, lograda tras jugar con el pie anestesiado. “En las condiciones actuales, no puedo y no quiero seguir jugando hasta encontrar una solución”, admitió Nadal, aunque avanzó que se va a someter a un nuevo tratamiento para intentar solucionar su problema.
Nadal sufre el síndrome de Müller-Weiss, que “es un alteración en el desarrollo de su hueso que se produce en la infancia, pero aparece o da la cara en la edad adulta”, explicó el doctor Antoni Dalmau, jefe de la unidad de pie y tobillo del Hospital Asepeyo San Cugat barcelonés, a la radio Cadena Ser.
“El gran problema es que cuando la diagnosticas, ya está (la enfermedad) establecida”, añadió Dalmau, quien explicó que en las primeras fases, la dolencia se puede combatir con tratamientos conservadores, que en los siguientes estadios ya no servirían.
La enfermedad acaba generando una artrosis, lo que “no tiene cura y lo que vas a buscar es quitar el dolor”, dijo Dalmau. Esa ha sido la base de las constantes modificaciones en el calendario del español.
“Grandeza deportiva”
Nadal se tratará con “inyecciones con radiofrecuencia pulsátil” que le podrían “ayudar a disminuir la sensación en el pie”, explicó el domingo, con el objetivo de “quitar esa sensación de dolor tan permanente”.
El tenista español pareció hacer depender del éxito del tratamiento su presencia en el torneo de Wimbledon, tras ganar en Australia y en Roland Garros, algo que nunca había logrado en un mismo año.
Nadal tampoco ha conseguido hacer un Grand Slam, ganar los cuatro grandes en un solo año, y su comienzo de temporada le da una pequeña posibilidad de cumplir uno de los pocos retos que le quedan.
“Estaré allá si mi cuerpo me lo permite. Wimbledon es una prioridad, los Grand Slam son una prioridad. Jugarlo con antiinflamatorios sí, con inyecciones de anestesia no”, aseguró Nadal el domingo, quien no parece por ahora pensar en colgar la raqueta.
“Rafa lleva conviviendo con el dolor desde 2005, pero siempre sigue. Si queda una brizna de esperanza lo sigue intentando. Esa es su grandeza deportiva”, aseguró el tío y exentrenador del tenista, Toni Nadal, a la Cadena Ser el domingo.
Con información de la AFP.