La travesía de Rafael Nadal en Brisbane ha terminado este viernes 5 de enero, después de dos victorias que lo habían instalado en cuartos de final de su primer torneo oficial luego de casi un año sin competir profesionalmente.
El español cayó sorpresivamente ante el australiano Jordan Thompson en tres sets (7-5, 6-7, 6-3), tras casi tres horas y media de encuentro, y después de desperdiciar tres puntos de partido.
Nadal, ganador de 22 Grand Slams acabó pagando el esfuerzo que necesitó para intentar doblegar a un Thompson, que a su férrea resistencia le añadió una gran remontada, logrando aguantar los largos y exigentes intercambios a los que se sometieron ambos tenistas.
Pese a ello y a su fe para reponerse, también tuvo una pequeña ‘ayuda’ del español, que erró una bola aparentemente fácil y con su mejor golpe, el ‘drive’, que le hubiera dado el tiquete a unas atractivas semifinales ante el búlgaro Grigor Dimitrov.
Después de una sólida imagen ante Dominic Thiem y de una victoria cómoda ante Jason Kubler, Nadal se encontró un partido más complicado de lo que se podría esperar, mérito sobre todo de su rival, desde el principio muy entonado y dando el nivel necesario para contrarrestar el buen ritmo que tuvo el español, sobre todo con su derecha y con un revés a dos manos que hizo también mucho daño.
A pesar de ver como Nadal se levantaba en el segundo set, Thompson no se rindió y continuó plantando batalla hasta el final, resistiendo a la tormenta que se le vino encima. El exnúmero uno del mundo tuvo punto de partido con 5-4, pero Thompson salvó la situación y finalmente alcanzó una ‘muerte súbita’ donde estuvo contra las cuerdas, primero con un 3/0 inicial, después con un 5/3 y saque para Rafa, y finalmente con 6/4. Ahí, Nadal quiso apurar demasiado un ‘drive’ con su oponente ‘vencido’ y se le fue fuera.
Tampoco pudo aprovechar un nuevo servicio, esta vez por mérito de Thompson, y terminó encajando cuatro puntos para verse caído en el tercer set, y ya con duras dos horas y media de desgaste. El físico se resintió más en el español, que perdió frescura no sólo en sus piernas sino en sus golpes y que, pese a recibir una atención médica que no pareció preocupante, no pudo evitar el quiebre del cuarto juego ante un australiano que no bajó su nivel ni acusó los nervios.
Nadal deja buenas sensaciones
Luego de consumarse la derrota, Rafael Nadal lamentó la prematura despedida, mucho más al ver como se dio el compromiso. Al menos se va con la consolación de que los problemas físicos no parecen tener consecuencias para su futura participación en el Australian Open, primer grande de la temporada.
“Es en un sitio similar al del año pasado, pero diferente. Siento que es más muscular. El año pasado fue el tendón. No es lo mismo porque cuando me ocurrió el año pasado sentí la gravedad inmediatamente”, declaró en rueda de prensa.
Nadal llamó a la tranquilidad de sus seguidores, que quedaron preocupados al verlo recibir atención médica en medio de un partido que, en otras ocasiones, difícilmente se le hubiera escapado. “Hoy no sentí nada especial. El único problema es que es en el mismo sitio y por eso tienes un poco más de miedo del habitual. Con suerte, es solo una sobrecarga en el músculo tras unos días de esfuerzo y después de un partido duro”, dijo.
“Se ha hablado estos días de muchas cosas positivas, pero yo por eso no me he mostrado súper optimista. Cuando las cosas se vuelven más difíciles, no sabes cómo va a reaccionar tu cuerpo”, concluyó.
*Con información de Europa Press.