Con las gradas del Camp Nou prácticamente llenas, el Barcelona femenino selló su clasificación para las semifinales de la Liga de Campeones tras imponerse al Real Madrid (5-2), en un encuentro vibrante al que asistieron 91.553 hinchas, la mayor entrada para un partido femenino en el mundo, según el club.

Las vigentes campeonas de la competición llevaban meses preparando esta cita histórica y el público no les falló: los aficionados congregados en el estadio barcelonés lograron superar a los 90.185 que asistieron al Estados Unidos-China de la final del Mundial de 1999 en el Rose Bowl de Pasadena (California), récord absoluto hasta ahora para el fútbol femenino.

Empujadas por su público, las azulgranas, que ya habían dejado medio sentenciada la eliminatoria tras ganar 3-1 en Madrid en la ida, sellaron el pase con otro contundente resultado (5-2) en una noche diseñada para recordar.

Mapi León (8), Aitana Bonmatí (52), Claudia Pina (55), Alexia Putellas (62) y Graham Hansen (70) anotaron los goles del Barça, mientras que por el Real Madrid, que nunca se rindió, marcaron Olga Carmona (16 de penal) y Claudia Zornoza (48).

“Ha sido supermágico, ha acabado el partido y la gente no se quería ir a su casa”, celebró su capitana y ganadora del último Balón de Oro, Alexa Putellas, en declaraciones a DAZN. “Había muchísima gente, muchísimas niñas, lo de hoy sin duda es histórico”, subrayó.

91.553 asistentes

Este Barça sin techo superó igualmente la máxima afluencia para un partido entre clubes, que las catalanas ya habían conseguido en un choque de Liga contra el Atlético de Madrid antes de la pandemia. El Wanda Metropolitano casi se llenó aquel 17 de marzo de 2019 con 60.739 aficionados en una tarde histórica para un deporte en plena expansión en España.

Animado por la carrera de éxitos de su equipo femenino, que busca repetir triplete este año, el club catalán se volcó en conseguir que el primer partido con público de las mujeres en el Camp Nou (con capacidad para 99.000 espectadores) fuera de récord. Para ello ofrecieron entradas casi gratuitas a sus socios y ofertaron el resto a precios que iban entre los 9 y los 15 euros.

Hasta ahora, la final de la Liga de Campeonas de 2012 que disputaron Frankfurt y Olympique de Lyon en Múnich ante 50.212 espectadores había marcado la mayor asistencia en la competición. A nivel de selecciones europeas, Inglaterra ya había congregado a 77.768 espectadores en Wembley en un partido contra Alemania, en noviembre de 2019.

Homenaje a ellas en el Camp Nou

Con un enorme mosaico en el que se leía “More than Empowerment” (“Más que empoderamiento”) y sin dejar de animar, a la hinchada azulgrana no le importó que el partido del miércoles se perfilara, a priori, sin grandes sorpresas gracias al rédito que las catalanas traían de la ida.

Tras su reciente desembarco en el fútbol femenino, el Real Madrid debuta este año en la máxima competición europea de clubes y todavía mantiene una acusada diferencia con sus rivales, que dominan con mano de hierro el fútbol nacional y acaban de revalidar su título de Liga sin perder un solo punto.

Pero el rugido de un Camp Nou de gala –con autoridades locales o Xavi en las gradas– no consiguió intimidar a la madridista Olga Carmona, que igualó el marcador de penal pasado el cuarto de hora, poco después de que Mapi León levantara al estadio con el soberbio zurdazo que abrió el partido en el minuto 8.

Notablemente más lleno a medida que avanzaba la fría tarde en Barcelona, a un Camp Nou citado para la historia se le cortó la voz nada más regresar del descanso, cuando Zornoza sorprendió con un tiro desde casi medio campo para anotar el 2-1.

Poco le duró, sin embargo, el susto a las campeonas, que retomaron el pulso cuatro minutos después con un tanto de Bonmatí, al que le seguiría otro de Pina y el de Putellas, a quien una hinchada eufórica rindió pleitesía.

La goleada la completó Graham Hansen en el 70 poco antes de que la megafonía culminara la fiesta al anunciar que se había superado el récord mundial para un partido de fútbol femenino.

Pese a la potente progresión de los últimos años, los partidos de la liga española reúnen semanalmente cantidades mucho más modestas de espectadores en estadios reducidos, pero las jugadoras no piensan pararse aquí.

“Nunca hubiéramos imaginado que esto era posible, porque simplemente antes esto no se daba nunca, y no veíamos partidos en la tele de fútbol femenino”, recordó la centrocampista Aitana Bonmatí, de 24 años.

“Espero que esto sea solo un inicio”, agregó tras el partido.

*Con información de la AFP.