Atlético Bucaramanga es finalista de la Liga Betplay 2024-I, luego de salir victorioso en una definición de infarto que tuvo de todo. Pereira y Junior alcanzaron a estar en lo más alto de la tabla de posiciones, pero la victoria (3-1) de los leopardos les permitió clasificarse a través del punto invisible que habían conseguido al terminar líder del ‘todos contra todos’.

Junior, que dependía de ganar en Bogotá, flaqueó en el segundo tiempo y resignó todas sus posibilidades de defender el campeonato que había conseguido en diciembre del año pasado contra Independiente Medellín.

Las redes no perdonaron la eliminación de Junior e inundaron de memes lo que sucedió en la definición del grupo A, donde la noticia es la clasificación del equipo dirigido por el estratega venezolano Rafael Dudamel, que ya fue campeón como técnico en Colombia en el año 2021, cuando dirigía al Deportivo Cali.

El primer gol de la tarde fue obra de Fabián Sambueza, quien sería la pieza clave para la clasificación de los leopardos con dos asistencias en la parte complementaria.

Al final del primer tiempo era Junior el clasificado. A pesar de que Bucaramanga estaba ganando, necesitaba que Millonarios se despidiera ante su gente con victoria tras un semestre terrorífico para el proceso de Alberto Gamero.

Los goles llegaron en la segunda mitad. Millos pegó primero con el autogol de Jermein Peña y luego el Deportivo Pereira empató gracias a un golazo de Andrés Ibargüen que enmudeció a los asistentes al estadio Alfonso López.

Los azules alargaron la diferencia a través de Juan Carlos Pereira, lo que en ese punto seguía clasificando al elenco matecaña de Leonel Álvarez. No obstante, Bucaramanga logró inclinar de nuevo la balanza con el tanto de Jhon Córdoba y luego dio sentencia por medio de Daniel Mosquera, quien terminó de bajarle el martillo al partido en la capital santandereana.

Junior tuvo dos opciones claras de descontar el marcador en El Campín, pero los delanteros no estaban finos de cara a puerta. Stiven ‘Tití' Rodríguez falló una ocasión inmejorable frente al arco sobre el punto penal y unos minutos después Carlos Bacca la mandó por encima cuando solo tenía que empujarla ante un Álvaro Montero ya vencido.

El reloj se convirtió entonces en el peor enemigo de un cuadro rojiblanco que no lució el mismo talante con el que terminó líder de su grupo en la Copa Libertadores.

La fiesta, mientras tanto, se apoderaba de los hinchas del Bucaramanga, que ya acariciaban la segunda final de su historia, primera de ellas desde que se juegan torneos cortos.

Pereira se fundió en los minutos finales y quedó sin respuesta ante el golpe de nocaut que minutos antes había significado el tercer tanto de la noche, obra de Daniel Mosquera.

El pitazo final en Bogotá encendió la fiesta en Bucaramanga, donde le pedían a gritos al árbitro central que señalara el punto medio. Cuando se escuchó el silbato todo fueron lágrimas, abrazos y celebración en una hinchada que está viviendo algo que ni el más optimista esperaba cuando arrancó el campeonato en el mes de febrero.