Cuando el Real Madrid publicó la nómina con la que enfrentaría la final de la Liga de Campeones de 2017, en Cardiff (Gales), el nombre de James Rodríguez no estaba ni entre los once titulares ni en los suplentes. El colombiano fue enviado a la tribuna a pesar de que había un lesionado, Gareth Bale. Era claro, como si no hubiesen bastado sus numerosas suplencias, que James no era de los afectos de Zinedine Zidane. El colombiano, que había hecho un gran cierre de temporada con el Real Madrid, no contaba en los planes del francés. James quería más minutos, quería seguir vestido de blanco. Pero entendió que había que dejar la capital española. El poderoso Bayern Múnich, a petición de Carlo Ancelotti, lo sedujo y el negocio se cerró en semanas.El colombiano iría a préstamo por dos años al equipo alemán, el cual tendría una opción de compra prioritaria en caso de hacerla efectiva. Y aunque el colombiano tuvo un arranque difícil, poco a poco se ganó un espacio y hoy es un titular del equipo que ahora dirige el alemán Jupp Heynckes. "James Rodríguez, en su estado actual, es toda una fortuna para el Bayern”, dijo el entrenador en su más reciente rueda de prensa el pasado fin de semana.Mucho ha cambiado desde aquel momento en el que James salió del Madrid. De héroe a villano, los malos resultados de esta temporada han incrementado la presión sobre el técnico francés Zinedine Zidane, a quien se le acusa de haber debilitado la plantilla por haber prescindido de jugadores de alto nivel, específicamente Álvaro Morata y James Rodríguez.Y como si fuera poco, el excelente rendimiento de James ha coincidido con el mal momento deportivo que vive el Real Madrid, equipo al que todavía pertenecen sus derechos. Mientras que el colombiano cosechó este fin de semana su quinto gol en la Bundesliga en la que su equipo es líder sólido, a diferecia del equipo blanco que se encuentra cuarto, a 20 puntos del líder Barcelona y hace poco cayó eliminado de la Copa del Rey por el Leganés.La situación de ambos actores ha cambiado tanto que la prensa se ha preguntado si es posible que el Real Madrid recupere al que fue una de sus mayores inversiones en la historia. De acuerdo con el contrato, el equipo madrileño podría llamar de nuevo a James, siempre y cuando se cumplan los siguientes requisitos.El precio fijado por James fue de 42 millones de euros, una cifra que en el mercado de hoy parece un chiste por un jugador con las características del colombiano.En el contrato suscrito entre el Bayern Múnich y el Real Madrid quedó estipulado que el equipo alemán pagaría 13 millones de euros por la cesión del colombiano durante dos temporadas, es decir 6,5 millones por temporada, Esto, además de comprometerse a pagar el total del salario del 10 de la selección Colombia, que ronda los 8 millones de euros por año.Pero aquí es donde está la letra menuda. James Rodríguez solo podría volver al Real Madrid en caso de que el Bayern Múnich no lo quiera adquirir en junio de 2019. El equipo bávaro agregó una cláusula al contrato del colombiano en el que tiene prioridad de compra frente a cualquier intención del Real Madrid. El precio fijado por James fue de 42 millones de euros, una cifra que en el mercado de hoy parece un chiste por un jugador con las características del colombiano. Con 939 minutos y 11 partidos disputados bajo la batuta de Heynckes, el colombiano es el cuarto jugador que más tiempo ha vestido la camiseta del Bayern, por detrás del arquero Sven Ulreich (990‘), el segundo Lewandowski (938‘, 12 partidos) y el tercero Kimmich (904‘, 12 partidos).En ese orden de ideas, en caso de que Zinedine Zidane fuese destituido y Florentino Pérez pidiera de nuevo al colombiano, la decisión estaría en las manos de las directivas del Bayern, quienes están muy contentos con el rendimiento del colombiano. "Se le nota todos los días lo a gusto que está aquí", dijo Jupp Heynckes sobre el astro colombiano. En cualquier caso, y como sucede siempre cuando se habla de grandes cracks, la última palabra sobre su futuro no la tendrá nadie más que James y solo él decidirá si su futuro será en el Bayern Múnich o, como el hijo pródigo, volverá a vestir la camiseta blanca del Real Madrid.