La industria del béisbol en Estados Unidos, que genera cerca del 11 mil millones de dólares anuales, más de 40 mil millones en pesos colombianos, es otro de los deportes que está paralizado debido al aislamiento obligatorio decretado a nivel mundial por el coronavirus. Bryce Dixon, presidente de Primo Sports Group, una agencia con sede en San Diego y República Dominicana, y que tiene entre sus clientes a grandes representantes del béisol, aseguró que: "Es un gran problemas para todos, aunque todavía nadie sabe las consecuencias totales de esta crisis".
También aclaró: "Mi empresa es pequeña. En lo personal, puedo pasar un año sin generar dinero, pero hay algunas empresas que ya venían arrastrando problemas y esta crisis podría hacerlas desaparecer. Por otro lado, las grandes compañías tienen más dinero, pero también más empleados y más gastos operacionales". De otra parte, Scott Boras, el representante más poderoso del béisbol, negoció seis contratos durante las pasadas reuniones invernales e incluso antes de Navidad, superando —estos contratos— los mil millones en diciembre. El porcentaje máximo que puede cobrar un representante por jugador es del 5 por ciento, por lo que Scott dejaría de recibir más de 50 millones. Ni Boras ni ningún otro agente de los jugadores certificados por la MLBPA generarán un peso si no se juega, un tema que tiene preocupada a la industria, pues de eso dependen televisoras, patrocinadores, empleados, equipos y los mismos jugadores, cuyas entradas provienen de los partidos que se puedan llevar a cabo.
Por otro lado, los agentes que representan a jugadores que facturan con el salario mínimo tienen prohibido cobrar cargos a sus clientes, por lo cual no recibirán ningún porcentaje, ni siquiera de los 170 millones que adelantó la MLB al sindicato para que fueran repartidos entre los jugadores de abril a mayo. Gracias a ese plan, cada jugador recibirá un máximo de 300 mil dólares, un poco más de la mitad del salario mínimo.
Rafa Nieves, jefe ejecutivo y fundador de la agencia Republik Sports, aseguró que "el trabajo en medio de la pandemia ha sido un reto bastante grande, ya que el trabajo de uno requiere una comunicación diaria, las 24 horas del día, con los muchachos. Ha sido difícil mantener esa comunicación durante el tiempo en que el béisbol está paralizado por completo". También dijo que aunque sea difícil tratará de mantenerse con la mente positiva para que ni su negocio ni este deporte en general se vean afectados a gran escala por la pandemia.