Boca Juniors y Palmeiras disputarán este jueves la ida de la semifinal de la Copa Libertadores, un partido que paralizará al continente entorno a lo que suceda en La Bombonera, donde habrá presencia colombiana tanto en los equipos como en la terna arbitral.
Wilmar Roldán fue designado por la Conmebol como el árbitro central y tendrá en sus manos la responsabilidad de impartir justicia en uno de los compromisos más esperados por los fanáticos del fútbol.
Ese difícil desafío le traerá de paso un beneficio económico envidiable. De acuerdo a los datos revelados por el exárbitro José Borda, Roldán recibirá un total de 10.000 dólares por ser el juez central del compromiso, es decir, unos 41 millones de pesos colombianos.
Los integrantes de la terna, que también son colombianos, no se quedan atrás. Cada uno de los jueces de línea, Alexander Guzman y Sebastián Vela, recibirá 7.000 dólares por su actuación en La Bombonera, lo que equivale a unos 29 millones de pesos.
Jhon Hinestroza, elegido como cuarto árbitro por la Conmebol, es el que menos recibe por este partido en territorio argentino. El chocoano será recompensado con 6.000 dólares por autorizar los cambios y controlar lo que pase en los banquillos, es decir, unos 25 millones de pesos colombianos.
Partido caliente en Buenos Aires
Sumado a los árbitros, la delegación colombiana estará representada por Jorman Campuzano y Frank Fabra en el lado de Boca y Richard Ríos defendiendo los colores de Palmeiras.
El ganador de esta llave, que se define la próxima semana en territorio brasileño, enfrentará en la final al ganador de la serie entre Fluminense e Internacional, que empataron a dos goles en el arranque de esta fase.
El xeneize es el único equipo argentino en carrera y está a tres pasos de conseguir una séptima copa que se le ha hecho esquiva, 16 años después de su última consagración, y deberá afrontar en solitario las rondas decisivas ante el dominio casi hegemónico de los brasileños.
En todo caso, la situación no difiere de lo sucedido en las últimas cuatro temporadas, con cuatro campeones de Brasil, que tomó por asalto la Libertadores con los títulos obtenidos por Flamengo (2019 y 2022) y Palmeiras (2020 y 2021), además de que las últimas tres finales se han pintado de verdeamarelo.
“Será un partido muy duro, no hay duda. Es un choque de gigantes. Creo que el partido de ida será clave. Estamos muy concentrados, trabajando muy duro para lograr un resultado positivo en Buenos Aires. Luego intentaremos eliminarlos frente a nuestros propios seguidores”, dijo el capitán de Palmeiras, el paraguayo Gustavo Gómez, en una entrevista al sitio oficial de la Fifa.
“Primero pensamos en el jueves, que tenemos que sacar una ventaja. Hay que ganar de local, después de visitante es otro partido y queda en el medio el clásico (contra River). Palmeiras juega bien, tienen otra energía. Hay que jugar de otra manera, con otro vértigo y el jugador lo sabe”, evaluó Almirón, el DT de Boca, que se juega la temporada en una semana.
Sin embargo, y a despecho de las críticas, Boca parece entrar en un espacio propio en la Copa Libertadores, donde se siente capaz de dar una sorpresa, incluso en medio de la campaña repleta de altibajos, mientras aguarda que se le encienda la pólvora al estelar uruguayo Edinson Cavani, que apenas anotó un gol en ocho partidos con la azul y oro.
Por el otro lado, el Verdao se ha acostumbrado a pisar con frecuencia las etapas decisivas de la Copa, se muestra terriblemente firme en el fondo y totaliza nueve partidos coperos sin derrotas, lo que acrecienta la confianza de los dirigidos por el portugués Abel Ferreira.
El primer partido se jugará este jueves desde las 7:30 p. m. (hora de Colombia) en La Bombonera, con localidades agotadas, arbitraje del colombiano Wilmar Roldán y el chileno Juan Lara a cargo del VAR, mientras que el desquite se resolverá el 5 de octubre en Sao Paulo.
Con información de la AFP.