Arsenal cumplió con la tarea y venció al Liverpool en el Emirates Stadium de Londres (3-1). Los ‘gunners’ aprovecharon los errores cometidos por Virgil Van Dijk y Alisson para sacar tres puntos vitales que seguramente impactarán en la carrera por el título de la Premier League.
El que más celebra este resultado es el Manchester City, que ahora depende de sí mismo para ponerse líder del campeonato. Teniendo en cuenta que tiene dos partidos pendientes por jugar, ambos contra Brentford, el equipo de Pep Guardiola tiene todo servido para encarar la segunda parte de la temporada con grandes oportunidades de repetir corona.
Por lo pronto, los reds continúan líderes con 51 puntos, seguidos por el Arsenal (49). En tercer lugar, vienen los citizens, que tienen 46 unidades y podrían recuperar el segundo puesto si logran vencer este lunes en calidad de visitante.
Dolorosa derrota para Liverpool
Liverpool ha terminado siendo el gran damnificado en la fecha 23 de la Premier League. Tal como lo decía el propio Jürgen Klopp en la previa, este partido era la clave para sacar diferencia en la punta, aunque tampoco sería lapidario fuera cual fuera el resultado.
La ilusión de los hinchas era repetir lo sucedido hace menos de un mes, cuando, en el mismo estadio, habían salido victoriosos logrando la clasificación a la siguiente ronda de la FA Cup.
En aquella oportunidad, un gol en contra y otro más de Luis Díaz le habían dado a los reds la victoria (2-0) ante un Arsenal que fue superior en varios pasajes del partido, pero pecó por su falta de efectividad de cara a puerta.
Esta vez, los locales afinaron la puntería y antes del primer cuarto de hora ya se habían adelantado con el tanto de Bukayo Saka tras un fallo mano a mano de Kai Havertz.
Liverpool lucía confundido y arrasado por el planteamiento de Mikel Arteta, que logró sacar a flote las pocas debilidades que había mostrado el equipo de Jürgen Klopp en las últimas jornadas. Arsenal tuvo oportunidades de sobra para haber aumentado la cuenta, sin embargo, se tuvieron que conformar con la mínima diferencia.
Cuando parecía que el compromiso se iba a ir con 1-0 a las duchas, un error imperdonable de William Saliba le permitió a Liverpool celebrar el empate. El defensor francés no tuvo comunicación con su arquero y se confió mientras cubría el balón de Lucho Díaz, quien no dio la pelota por perdida y la alcanzó a puntear mientras caía en el área.
El toque del colombiano se desvió en el camino en la mano de Gabriel Magalhaes, que no pudo evitar la caída de su pórtico. Con el 1-1 en el descanso, los reds tomaron un segundo aire y se fueron de frente por la remontada, que no llegó ante una férrea defensa del conjunto londinense.
El partido se abrió con los cambios que hicieron ambos entrenadores y fue el Arsenal el que salió mejor librado. A los 67′, un error garrafal de Virgil Van Dijk y Alisson Becker le dejó la pelota servida a Gabriel Martinelli para que inclinara la balanza nuevamente a favor de los gunners.
De ahí en adelante, la noche se hizo oscura para el Liverpool, que se quedó con 10 jugadores tras la expulsión de Ibrahima Konaté. El 3-1 definitivo llegó sobre el tiempo de descuento, cuando Leandro Trossard se escapó por izquierda, entró al área y desenfundó un remate que el arquero de Liverpool no pudo detener.
El pitazo final hizo explotar la fiesta en el Emirates Stadium, donde se ilusionan de nuevo con la posibilidad de cortar la larga racha de sequía que encadena el Arsenal desde su último título en el año 2004.