Luego de un fuerte golpe, el volante Richard Ríos debió ser sustituido a los 16 minutos del segundo tiempo del encuentro que disputaron este miércoles las selecciones de Colombia y Uruguay por las semifinales de la Copa América 2024 y que finalizó con victoria colombiana 1-0.
Ríos abandonó el terreno en medio de lágrimas y con un fuerte dolor en su pierna izquierda. En reemplazo del jugador del Palmeiras ingresó al campo Mateus Uribe.
Antes de salir, Ríos recriminó a Maximiliano Araújo, el jugador uruguayo que le hizo la falta y le causó la afectación en la pierna. Por los gestos que hizo el volante existen dudas sobre su participación en la final del próximo domingo ante Argentina en Miami.
El futbolista podría ser la segunda baja del equipo que dirige Néstor Lorenzo, quien no podrá contar con Daniel Múñoz por su expulsión en el duelo ante los charrúas.
Primera final de Copa América en 23 años
Colombia derrotó ajustadamente a Uruguay por 1-0 en un duelo de alta de tensión y jugará la final de la Copa América de Estados Unidos 2024 el domingo contra Argentina, que defiende el título continental y busca la triple corona.
Además de haber conquistado un lugar en el partido decisivo el domingo en el estadio Hard Rock de Miami, la selección cafetera consiguió este miércoles un premio adicional al lograr el récord de 28 partidos sin derrotas, 25 de ellos bajo el mando de su actual entrenador, el argentino Néstor Lorenzo.
Colombia, que esta vez apeló mucho más a la lucha que al juego asociado, defendió a capa y espada la exigua diferencia que logró Jefferson Lerma de cabeza al minuto 38, pero más aún tras las expulsión de Daniel Muñoz al 45+1.
El equipo celeste de Marcelo Bielsa empujó con mucho orgullo pero no pudo torcer el desarrollo pese a contar con varias opciones y ahora jugará el partido por el tercer puesto el sábado en el escenario en el que cayó este miércoles, el Bank of América Stadium de Charlotte, contra Canadá, al que derrotó Argentina 2-0 en la otra semifinal.
Con diez jugadores, la selección colombiana se replegó y apostó al contragolpe comandado por Luis Díaz, mientras Uruguay inclinaba el campo de juego generando algunas opciones claras que no pudieron concretar los goleadores Darwin Núñez y Luis Suárez.
Uruguay había sufrido un fuerte desgaste físico contra Brasil en cuartos de final y ello conspiró para el último esfuerzo contra Colombia.
Al finalizar el partido, la tensión se trasladó a las gradas donde se encontraban familiares de los jugadores uruguayos quienes, según denunció el capitán Josema Giménez, habrían sido agredidos por algunos simpatizantes colombianos.
Con información de AFP