Lo que era un secreto a voces se confirmó este miércoles a través de Jorge Brito, presidente de River Plate, quien cortó de raíz todos los rumores referentes al posible fichaje de James Rodríguez por pedido de Marcelo Gallardo.
Horas antes de disputar la vuelta de octavos de final contra Talleres en Copa Libertadores, Brito fue asaltado por la prensa argentina, que no desaprovechó la oportunidad para preguntarle por la llegada del capitán de la Selección Colombia.
“No, para nada”, dijo el presidente de River a los micrófonos de DSports, confirmando la versión que ya varios periodistas habían sacado a la luz.
James está sin equipo desde principios de este mes, cuando acordó la rescisión de su contrato con São Paulo tras varias semanas de negociación. Desde entonces se ha movido en Europa a través de su representante, pero ninguna conversación ha prosperado con solo diez días por delante de cara al cierre de la ventana en las principales ligas del Viejo Continente.
¿De donde salió el negocio entre James y River?
Las declaraciones de Brito ponen punto final a la especulación que nació en la prensa argentina, más exactamente por las palabras del periodista Gabriel Anello, quien aseguró que Gallardo ya había establecido una conversación telefónica con el propio futbolista.
“James está a un paso… fue fundamental el llamado telefónico de Gallardo. Gallardo lo llamó por teléfono”, dijo en Radio Mitre.
Unos minutos después de aquella versión, desde Colombia desmintieron que James estuviera en conversaciones con River; sin embargo, varias voces de la prensa argentina insisten en que las charlas fueron adelantadas por el propio cuerpo técnico, sabiendo de sobra que la prioridad del 10 es regresar a Europa.
La clave, según indican desde el sur del continente, es que River Plate elimine a Talleres y avance a cuartos de final de Copa Libertadores. De esa manera, le podrían garantizar al volante cucuteño la posibilidad de pelear por el torneo de clubes más importante del continente.
Esa fue una de las razones por las que James se quedó en São Paulo a principios de este año. Su idea era rescindir y buscar opciones en Europa, pero la falta de ofertas lo llevaron a recular con la mente puesta en la fase de grupos donde alcanzó a jugar bajo las órdenes de Thiago Carpini.
No obstante, la destitución del estratega brasileño y la llegada del argentino Luis Zubeldía firmaron la sentencia que se hizo oficial después de la Copa América.
James no se presentó cuando debía en la sede deportiva de São Paulo e informó que su único deseo era salir como agente libre. Para lograrlo renunció a una gran cantidad de dinero que le adeudaban por bonificaciones acordadas a la hora de la firma en septiembre del año pasado.
“El club presionó al deportista para que flexibilizara los plazos de su rescisión, ya que no fue contactado por ningún club interesado en el centrocampista”, informó Globo Esporte sobre cómo terminó de darse el trato que abrió la puerta para que James negociara a su antojo el próximo destino.
James viajo a España a principios de este mes y desde allí visualiza un panorama con grandes incógnitas. Las principales opciones para su futuro parecen estar en la liga de ese país, donde ha sido relacionado con equipos de media tabla como Celta de Vigo y Rayo Vallecano, club que hasta hace poco tuvo en sus filas a Radamel Falcao García, hoy en Millonarios.