El idilio de amor entre la Roma y José Mourinho ha llegado a su final este martes 16 de enero. Después de tres años, en los que se consiguió el título de la recién nacida Conference League, el club italiano ha tomado la decisión de partir caminos con el famoso entrenador, que ahora quedará libre para buscar un nuevo trabajo.
“Conservaremos siempre grandes recuerdos de su gestión, pero consideramos que en nombre del interés del club, es necesario un cambio inmediato”, indicaron los dueños norteamericanos del club italiano AS Roma, Dan y Ryan Friedkin, citados en el comunicado.
El último partido con ‘Mou’ en la línea fue el pasado domingo, en la derrota 3-1 a manos del AC Milan en San Siro. Durante la rueda de prensa, el portugués no se refirió a su salida y la determinación de los dueños lo habría tomado por sorpresa cuando se preparaba para dirigir el duelo del sábado ante Hellas Verona.
Mourinho, de 60 años, llegó al banquillo romano en julio de 2021 y su contrato acababa el próximo 30 de junio, habiendo mostrado hace unos días su deseo de continuar en el club de la capital italiana.
Pero la eliminación ante la Lazio de la Copa de Italia hace una semana y, sobre todo, la derrota 3-1 contra el Milan en San Siro el domingo en la Serie A precipitaron el despido de Mourinho.
En su primera temporada en la capital romana, Mourinho ya se convirtió en el favorito de los aficionados, que veían en el veterano técnico a la persona indicada para acabar con una sequía de títulos iniciada en 2008.
Las lágrimas de ‘Mou’ tras conquistar la Conference League en la primera edición de este torneo (2022) lo hicieron aún más popular entre los aficionados romanos, que empezaron a considerarlo como una especie de dios.
Un año después, la Roma repitió final europea, este vez en la Europa League, pero perdió en los penales contra el Sevilla, si bien las duras críticas de Mourinho al árbitro inglés Anthony Taylor por su actuación lo hicieron aún más querido entre los fans romanos.
Libre para elegir su futuro
A través de redes sociales, el extécnico de Real Madrid y Chelsea le puso final a este ciclo en Italia. “Arrivederci, Roma”, escribió junto a una foto de él mismo levantando el título de la Conference League, que le deja como novedad a las vitrinas del elenco capitalino.
Pese al cariño de la hinchada, todo se torció esta temporada, por los malos resultados del equipo en el campeonato italiano con sólo 8 victorias en 20 partidos disputados, pese a que la Roma logró para esta temporada la contratación del belga Romelu Lukaku, uno de los mejores delanteros europeos, en un tándem a priori demoledor con el argentino Paulo Dybala.
Pero el equipo ni siquiera pudo acabar primero en su grupo de Europa League (superada por el Slavia de Praga) y tendrá que jugar una eliminatoria contra el Feyenoord neerlandés en febrero para seguir en competición europea y salvar así el curso.
Mourinho repite en Roma un esquema que ya se ha visto en el pasado en otros equipo: dos primeros años de relativo éxito y títulos y un tercero con malos resultados que acaba en despido. Así sucedió en el Chelsea (2004-2007), el Real Madrid (2010-2013) y el Manchester United (2016-2018).
Solo logró salir de un club por la puerta grande, el Inter, rumbo al Real Madrid, en el verano de 2010 tras conquistar un histórico triplete (liga, copa y Champions).
Lo que tampoco ha cambiado mucho ha sido su personalidad arrolladora, un ego desmesurado y su capacidad para crear polémica con declaraciones explosivas. En su etapa en Roma, Mourinho y sus ayudantes sufrieron 28 expulsiones.
El nombre de Mourinho fue uno de los que sonó con insistencia en las últimas semanas para hacerse cargo de la selección de Brasil, una posibilidad que parece ahora remota dado que la Confederación Brasileña de Fútbol eligió para el puesto la semana pasada a Dorival Júnior.
*Con información de la AFP.