En Atlético Nacional aún no pasan la resaca de los festejos que ocasionó el triunfo sobre Deportes Tolima en la final de la Liga Betplay 2022-I. Ese agónico gol de Jarlan Barrera todavía retumba en la memoria de los aficionados verdolagas, que llevaban varios años en sequía de títulos del torneo local.
Esa es la principal razón por la que el título cobró aún más mérito de la mano de un técnico que asumió como encargado y se terminó quedando con el puesto por el que tanto trabajó desde hace años en las divisiones menores. Hernán Darío Herrera, con lágrimas en los ojos, aseguró que el pasado domingo cumplió el sueño de su vida: ser campeón como entrenador en jefe del equipo de sus amores.
Todo eso significó que Jarlan metiera la cabeza en el segundo palo y pusiera a celebrar a todos sus compañeros en cancha, a los que estaban en el banquillo y hasta el presidente Emilio Gutiérrez, que se metió a la cancha a festejar cuando lo tiene totalmente prohibido por reglamentación de la comisión disciplinaria.
El autor del gol se quitó la camiseta y le gritó el gol en la cara a los hinchas del Tolima, situación que le acarreó contundente sanción en la última resolución entregada por Dimayor este semestre. “Jarlan Junior Barrera Escalona, jugador del registro del Club Atlético Nacional S.A. (”Nacional”), sancionado con diez millones de pesos ($ 10.000.000) por incurrir en la infracción contenida en el artículo 69 del CDU de la FCF”, es decir, levantarse y sacarse la camiseta en la celebración de un gol.
Pero no fue el único castigado después de la final, porque el presidente Gutiérrez también tuvo consecuencias de su reacción al 4-3 definitivo en el global. “Club Atlético Nacional S.A. sancionado con multa de cincuenta millones de pesos ($ 50.000.000) por la presencia del Presidente Emilio Gutiérrez en el banco de suplentes o en las inmediaciones del campo de juego sin autorización”, indica la resolución.
Los 68 millones de multas se completan con otra sanción económica por lo ocurrido al momento de recibir las medallas. De acuerdo con lo que argumenta el ente que rige el fútbol profesional colombiano, al momento de subir a la tarima dispuesta por la organización se encontraban sobre el campo personas que no tenían autorización ni de estar allí ni de tomar medallas de las bandejas que, según Dimayor, tenían el número exacto que debía ser entregado a jugadores y miembros del cuerpo técnico.
Nacional alegó que en el acta no se identifican las personas que no autorizadas a estar en la zona de premiación y, por tanto, no merecían el castigo, sin embargo, la comisión disciplinaria se ocupó de verificar las fotos tomadas después de la entrega del trofeo y constató que “aparecen personas que no se encuentran registradas en la planilla oficial, ni como jugadores, ni como miembros del personal de apoyo”.
Al menos el cuadro verdolaga se logró salvar de uno de los cuatro casos destacados en la resolución. De acuerdo con las denuncias del Deportes Tolima y la administración del Manuel Murillo Toro, hinchas infiltrados de Nacional habían hecho daños en las barandas de la tribuna occidental, situación que fue observada por los delegados de Dimayor e informados a la comisión.
Después de escuchar la defensa del equipo antioqueño y caer en cuenta que el ingreso de estos sujetos se desprende de un error logístico en la venta de boletería a hinchas visitantes, la Dimayor decidió desestimar el recurso en contra del campeón y determinar que no tenía culpa en este caso en específico.
“El Comité no cuenta con algún elemento material probatorio que permita establecer el nexo de causalidad entre los hechos generadores del daño contra las vallas e instalaciones del estadio Manuel Murillo Toro y los espectadores del equipo visitante”, sentencia la notificación que podrá ser apelada si así lo considera el elenco pijao.