Independiente Santa Fe fue el único equipo ‘grande’ de la Liga BetPlay 2023-II que ni siquiera clasificó a los cuadrangulares finales. Los cardenales se quedaron en el camino luego de una racha sin victorias que terminó sacando del cargo a Hubert Bodhert y, de paso, provocó una ‘barrida’ impresionante en la nómina principal.
Pablo Peirano, técnico uruguayo que fue asistente de Gerardo Pelusso en la Copa Sudamericana de 2015, es la persona sobre la que reposan las esperanzas de la hinchada.
Según dijo en sus primeras intervenciones, la idea es construir un Santa Fe que sea competitivo y a la vez sustentable con clasificaciones a torneos internacionales, algo a lo que ya se habían acostumbrado antes de la crisis de los últimos años.
Pero para un gran sector de la afición, esa promesa no parece ser suficiente. Al interior del estadio El Campín se ha escuchado el clamor por la salida del presidente Eduardo Méndez e incluso hay quienes le exigen a la junta directiva escuchar ofertas para que el club pase a otras manos en el futuro próximo.
En una reciente entrevista con SEMANA, Méndez explicó cómo está la situación económica del león y confirmó que sí recibieron una oferta, pero no la contemplaron porque los valores no llegaron a satisfacer las expectativas.
El presidente recuerda que, cuando llegó en 2019, la pérdida “era aproximadamente unos 40 mil millones. Lo que quedó en la ley, fueron 32 mil millones, más unos dineros que no se incluían, sino que iban en un compromiso de pago con la Dian. Eran 9 mil millones aproximadamente. Luego encontramos problemas con la ARL Positiva. Esos dos ítems había que pagarlos antes de iniciar la ley porque, si no, nos ponían trabas de la 1116″.
Según indica Méndez, todos los compromisos se han cumplido a cabalidad y eso ha permitido sacar la cabeza del abismo en el que se encontraba Santa Fe financieramente. En la actualidad, la deuda se calcula “en unos 16 mil millones de pesos”.
Para terminar de sanear las cuentas, se debe “buscar los recursos por los diferentes medios: publicidad, esperar que aumenten los derechos de TV. Si salen una a dos ventas de jugadores, daría un margen importante. Que el equipo reaccione, entre a los cuadrangulares y lograra un cupo a una copa internacional”.
Méndez estimó que la nómina que tuvieron este año costaba “en total unos 1.400 millones de pesos” entre “el equipo profesional, médico, nómina administrativa, divisiones menores y escuelas de formación”.
A pesar de las críticas y las amanezas que ha recibido, el presidente asegura que seguirá trabajando para que Santa Fe vuelva a ser el equipo protagonista en el campeonato local y en el plano internacional. El apoyo de los directivos lo tiene y eso es suficiente para continuar en el cargo, más allá de las protestas y reclamos que le caen constantemente desde la hinchada.
Para dejar al equipo, la única solución aparente parece ser un cambio de dueños. “Si hay una oferta buena, los accionistas están dispuestos. Todos los equipos se venden, los de la B empiezan en 15 millones de dólares. Santa Fe es una empresa de las primeras del país, 50 millones de dólares. Todos venden. Cuando llega el momento, la plata no llega, la forma de pago no convence. Vender no es fácil. No llenan las expectativas”, dijo.
“En algún momento vino alguien a preguntar. Hicimos un estudio, pero no fue una propuesta seria, no sabemos quiénes ni cómo iban a llegar o qué clase de inversión harían”, completó.
Por lo pronto, el conjunto cardenal suma una buena cantidad de bajas, que se espera sean reemplazadas en el mercado de diciembre y enero, justo después del final del campeonato que actualmente se encuentra en fase de cuadrangulares.