Sao Paulo ha hecho este sábado 29 de julio el anuncio oficial de James Rodríguez como nuevo refuerzo por las próximas dos temporadas. El colombiano ya firmó el contrato y solo le queda dirigirse a suelo brasileño para empezar los entrenamientos con la camiseta Tricolor, que lo acompañará inicialmente hasta junio de 2025.
Las ofertas desde Europa no se materializaron como el colombiano esperaba, dejando como consecuencia que tuviera que escuchar los incontables llamados del país vecino.
Botafogo y Flamengo lo tuvieron en la agenda, pero fue Sao Paulo el que activó las negociaciones hasta llegar a un final feliz que tiene a los hinchas con una sonrisa de oreja a oreja.
Lo único que llega a preocupar es el recuerdo reciente de su paso por Olympiacos, donde encadenó buenas presentaciones, pero terminó saliendo por la puerta de atrás a raíz de los desacuerdos con la directiva y el cuerpo técnico interino de Jose Anigo.
Ese tipo de salidas intempestivas son las que quiere evitar el cuadro paulista, razón por la cual le puso una elevada cláusula de rescisión que deberá pagar cualquier club que intente ficharlo.
Vene Casagrande, periodista que ha sacado a la luz los principales detalles del negocio, informó este sábado que “el contrato de James Rodríguez en el São Paulo tendrá una cláusula de rescisión de 50 millones de euros”.
Recordando que Real Madrid pagó por James 80 millones en 2014, es bastante improbable que algún club pong 50 por ficharlo ahora con 32 años, sin embargo, es un mecanismo de ‘blindaje’ para obligar a los clubes interesados a negociar directamente entre dirigencias.
Casagrande, además, confirmó el sueldo que recibirá James por las dos temporadas que estará en Brasil. “El acuerdo del Tricolor con el centrocampista será de 4 millones de euros, unos 20 millones de reales, por los 24 meses de contrato”, indicó en Twitter.
Un negocio que se tramó hace un mes
El fichaje del 10 ha capturado la atención de la prensa brasileña, que lo ubica entre las contrataciones más importantes del presente mercado de pases. No obstante, hay quienes recuerdan su reciente historial de lesiones y la manera en la que salió de Olympiacos y Al-Rayyan, los últimos dos equipos en los que jugó.
James había dicho públicamente en Colombia que su deseo era continuar en Europa, sin embargo, varios factores le jugaron en contra a ese deseo. En primer lugar, las ofertas no llegaron a colmar las expectativas y el único destino real que se le puso sobre la mesa fue el fútbol de Turquía, que sonaba poco atractivo para sus intereses.
Fue ahí cuando Sao Paulo empezó a sondear la situación del colombiano, aprovechando la buena relación del agente brasileño Giuliano Bertolucci con Jorge Mendes, representante de James y otras estrellas mundiales como Cristiano Ronaldo.
Pero aún faltaba la intermediación de una pieza clave, que habló directamente con el 10 y le contó los detalles del proyecto que adelanta el técnico Dorival Júnior al frente del Tricolor.
Rafinha, excompañero de James en el Bayern Múnich, fue el encargado de convencerlo de dar el paso para escuchar la propuesta de Sao Paulo. “Rafinha es respetado en el fútbol por su exitosa carrera, y sus palabras pesaron mucho en la decisión del jugador de 32 años”, confirma Globo Esporte.
Ese fue el principal diferencial entre esta oferta y la de Botafogo, club que había tocado la puerta del colombiano en más de una ocasión. Con el Fogao, las negociaciones nunca avanzaron porque todo fue desde un punto muy empresarial, es decir, la dirigencia llamó a la empresa de Jorge Mendes y puso sobre la mesa una cantidad sin mediar conversación alguna con el propio implicado.
Con Sao Paulo, por el contrario, se activó una estrategia para mostrarle las cosas positivas que ha construido la liga de ese país y la cantidad de figuras que han aterrizado recientemente, como es el caso de Arturo Vidal, David Luiz y Marcelo, entre otros.