El beso en la cabeza que le dio Rafael Santos Borré a Luis Díaz, cuando el guajiro salió del campo, tras ser la figura contra Bolivia, para darle paso a Jefferson Lerma, fue la expresión de agradecimiento por haberles quitado la maldición de tener el arco cerrado durante siete partidos consecutivos, equivalentes a 685 minutos. Además, la imagen muestra el cariño de millones de colombianos que no renuncian a la idea de ver a la selección en el Mundial de Catar .“Nosotros creímos, no dejamos de creer”, dijo Díaz después del 3-0 con Bolivia, en el que anotó el primero, le puso el segundo a Miguel Borja y labró el camino de confianza para que Matheus Uribe sellara la goleada.

Los asistentes al Estadio Metropolitano de Barranquilla, que en la fecha anterior habían firmado su divorcio con la selección Colombia por la derrota con Perú y enfurecidos lanzaron objetos e insultos a jugadores y cuerpo técnico, se reconciliaron con un equipo con el que han vivido un amor tóxico durante toda la eliminatoria. “Darles gracias a los que asistieron, se sintió ese apoyo que se necesitaba. Felicitaciones también para los hinchas”, complementó Díaz.

Como toda relación, Colombia empezó el camino de la eliminatoria enamorando con un 3-0 al vencer a Venezuela. Empató a dos goles con Chile y muy rápido llegó la primera discordia en casa. Uruguay derrotó a la Tricolor en Barranquilla 3-0, y un rompimiento inicial llegó con el inolvidable 6-1 de Ecuador. Todo eso ocurrió en la era de Carlos Queiroz.

Reinaldo Rueda llegó con la tarea de reconquistar y lo hizo con un 3-0 contra Perú. De ahí en adelante, se cayó en la monotonía de la ‘empatitis’, seis partidos igualados contra Bolivia, Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, Ecuador y nuevamente Paraguay. Una alegría pasajera tras superar a Chile 3-1 en el Metropolitano, y tres derrotas con Brasil, Argentina y Perú, que rompieron la confianza.Por eso lo logrado en la penúltima fecha permite una nueva oportunidad para que las dos partes se unan y piensen en un mismo objetivo. Sin embargo, el último reto no es nada fácil.

Hay que ganarle a Venezuela, que tiene a un ex muy querido por la afición cafetera: José Néstor Pékerman, quien llevó a Colombia a las copas del mundo de Brasil y Rusia.Desde su llegada a la Vinotinto, Pékerman ha logrado una goleada a favor 4-1 contra Bolivia y perdió por la misma cantidad de goles contra la ya clasificada Uruguay.

Su duelo contra Colombia será aparte después de su inesperada salida del equipo Tricolor. “Siempre sucede que, cuando hay crisis, nadie quiere agarrar nada. Cuando se vio un potencial, comenzaron a aparecer otros deseos de lograr algo más, y nunca se sabe qué hace falta”, argumentó Pékerman a TNT Sports cuando se le preguntó por su salida.

Colombia debe apegarse a un milagro. Si gana en el Estadio Cachamay, llegará a 23 puntos y le restaría rezar para que Perú no gane de local ante Paraguay, un pésimo visitante que fuera de sus predios solo ha vencido una vez en esta eliminatoria.Si los de Rueda sacan un punto contra Venezuela, sumaría 21 en la tabla y necesita que los de Gareca no se impongan a los paraguayos, y, además, que Chile no gane su partido ante Uruguay en Santiago.

La opción matemática que tiene Colombia no da un cupo directo al Mundial, pero se abre paso para jugar el repechaje. Allí el representante de la Conmebol disputará el cupo con el vencedor de Asia, que saldrá del juego entre Australia y Emiratos Árabes Unidos.En el partido del próximo martes, Colombia no contará con Juan Guillermo Cuadrado, uno de los nueve jugadores que llegaron amonestados para enfrentar a Bolivia y que acumuló la cartulina. El jugador de la Juventus fue desconvocado del equipo nacional. “Es una situación que se hubiera podido evitar, vamos a trabajar por alternativas de solución para presentar un equipo equilibrado en Venezuela”, dijo Rueda sobre el manotazo de Cuadrado en el rostro del boliviano Jaume Cuéllar.

Además del impulso anímico tras ganar el penúltimo juego, el historial de enfrentamientos contra Venezuela favorece a Colombia en las eliminatorias. De 17 partidos jugados, ocho triunfos han sido para el país, seis empates, tres derrotas, 23 goles a favor y diez en contra.De visita, como en esta oportunidad, Colombia ha enfrentado ocho partidos, ganando uno, empatando cinco y perdiendo dos. Lo malo de la estadística es que los colombianos llevan cuatro juegos sin hacerle gol a la Vinotinto. Colombia, Perú y Chile se disputan el quinto lugar de la tabla. Oraciones, promesas, velas encendidas al de arriba para que se decante por la Tricolor y la ilumine hasta el Mundial. ¿Se hará el milagrito?