La Policía Militarizada brasileña tuvo que intervenir con spray y gases lacrimógenos para poner fin a una gran pelea en los vestuarios entre las delegaciones del Atlético Mineiro y el Boca Juniors, una vez finalizado el encuentro que disputaron por los octavos de final de la Copa Libertadores 2021 en Belo Horizonte.

Según informó la asesoría de prensa del Atlético Mineiro, los jugadores de Boca Juniors, muy descontentos por la actuación arbitral, rompieron y lanzaron todo lo que encontraron a su paso en el túnel de vestuarios del Mineirao hasta llegar al que les correspondía cuando terminó el partido.

Uno de los principales protagonistas del acto violento fue Sebastián Villa, quien fue captado lanzando un parlante y las vallas contra los miembros de seguridad del estadio.

Los agentes de seguridad del Atlético Mineiro respondieron a las agresiones y se creó una gran pelea en la que se lanzaron vallas, una fuente metálica y todo tipo de objetos.

La Policía Militarizada de Minas Gerais intervino para poner fin a la pelea lanzando spray y gases lacrimógenos. Algunos miembros de la delegación de Boca Juniors tuvieron que salir a las graderías del estadio para poder respirar tras los gases lanzados por los agentes.

Tras lo sucedido, el colombiano fue uno de los tres miembros del equipo solicitados por la Policía por delitos contra la propiedad. El jugador Carlos Zambrano y Fernando Gayoso, el entrenador de arqueros, fueron los otros requeridos por las autoridades.

“O se van todos o no se va ninguno”, fue la respuesta del técnico Miguel Ángel Russo, cuando las autoridades notificaron la solicitud de captura.

Finalmente, de acuerdo con el periodista de ESPN Diego Moroig, fueron imputados Raúl Cascini, el colombiano Jorge Bermúdez, Carlos Izquierdoz, Marcos Rojo, Javi García, Zambrano, Villa y Gayoso.

Todo el plantel acompañó a los imputados a la comisaria.

La gran pelea se produjo después de un partido cargado de tensión entre ambos equipos, en busca de la clasificación para los cuartos de final de la Libertadores.

Igual que en el partido de ida, Boca Juniors tuvo un gol anulado por el árbitro de vídeo, lo que enfureció a los xeneizes y se produjo una tangana de varios minutos en la segunda mitad que terminó con la expulsión de un miembro del cuerpo técnico de cada equipo.

El Atlético Mineiro se clasificó en los penales para los cuartos de final del torneo continental después que el partido terminó con empate a cero, el mismo resultado de Buenos Aires.