La historia de Sebastián Villa en Boca Juniors vive sus últimos capitulos. El atacante arribó el 17 de junio de 2018, luego de ser campeón con Deportes Tolima, como uno de los flamantes refuerzos para el cuadro xeneize. Con solo saltar al campo en Argentina notaron que era un talento diferencia gracias a su gambeta, velocidad y descaro a la hora de ganar la banda.

Antes de salir de Colombia poco se sabía sobre su vida personal, pues en su paso por el elenco pijao solo le hablaba de una joven promesa del fútbol colombiano que seguramente daría de qué hablar en el exterior y, por supuesto, para la Selección Colombia. Cuando el extremo se encontraba en un momento inmejorable de su carrera llegó la pandemia y con ella el primer gran escándalo que vivió en Boca.

Daniela Cortés, pareja del jugador, lo denunció por violencia de género, sumando algunos videos como pruebas en las que se ve a Villa con una actitud desafiante en medio de una discusión. El fútbol se encontraba detenido en todo el continente y eso duplicó el alcance de la noticia que estuvo en boca de todos, llegando hasta la justicia argentina.

Fueron varios meses de problemas con la ley, pero el antioqueño finalmente pudo volver a la actividad a principios de este año para disputar la Copa Libertadores. Fue en ese momento cuando se terminó por destapar la otra faceta de Villa, empapado por escándalos de indisciplina, fiesta y trago en Argentina, situación que fue rechazada por la directiva y condenada por la hinchada que pidió la salida inmediata del jugador.

El 20 de julio de 2021, Villa jugó su último partido con el cuadro azul y oro, específicamente el de la eliminación ante Mineiro cuando se fue expulsado y sancionado por Conmebol al integrar la pelea entre jugadores camino a los vestuarios. Posterior a eso, como si falta algo más, el colombiano presionó para salir por una supuesta oportunidad en Brujas (Bélgica) que Boca no consideró como una oferta convincente por sus servicios.

A finales de octubre, el atacante reapareció para ofrecer excusas a la afición, compañeros y cuerpo técnico. “Quiero aprovechar este momento para pedir disculpas a toda la hinchada, a mis compañeros, a la dirigencia, a todas las personas que han creído en mí. Tuve un mal momento y tomé una decisión errada como cualquier persona que puede equivocarse”, dijo desde la sede de entrenamiento.

Pese a todo lo que causó su actitud, Villa admitió que quería “trabajar día a día para salir de la mejor manera cuando me toque salir y dejar una mejor imagen”.

Pues ese momento llegó, porque este martes se conoció que Dinamo Moscú y Boca Juniors habrían llegado a un acuerdo para la venta del colombiano. “Sebastián Villa tiene nuevos representantes, Pablo Martin Ceijas y Joao Heman, quienes fueron los intermediarios para que el jugador colombiano arreglara su vinculación al Dinamo de Moscú. Tendrá un contrato de cuatro años y la operación se cerró por 12 millones de dólares”, señaló el periodista colombiano Diego Rueda.

“Villa deberá presentar los exámenes médicos en Miami (Estados Unidos) y luego se unirá a la pretemporada del club ruso el 12 de enero en Málaga (España)”, añade la información.

Aún cuando prometió despedirse por la puerta grande, la verdad es que el exTolima cerró el año con un nuevo brote de indisciplina justo antes de la final de Copa Argentina ante Talleres y estos últimos días fue criticado por la hinchada de Boca al aparecer en redes sociales vistiendo la camiseta de Santos de Brasil mientras jugaba un partido con amigos en Medellín.