La reacción de la Uefa a los ataques de Rusia en Ucrania tiene un segundo capítulo este lunes con la expulsión del único equipo de ese país que quedaba en competencia internacional, de acuerdo a lo que reporta el diario Bild en Alemania.

La decisión de eliminar al Spartak de Moscú viene atada de una manifestación del Leipzig, su rival en octavos de final, que se ha negado a disputar la llave eliminatoria, sin importar que ya habían determinado actuar como local en un campo neutro lejos de territorio ruso.

Oliver Mintzlaff, dirigente del equipo alemán, aseguró que desde el fin de semana vienen adelantando conversaciones para decidir lo que pasará con dicho enfrentamiento por Europa League. “Seguimos en estrecho contacto con las asociaciones y tenemos plena confianza en la Uefa y su decisión. Asumimos que los juegos serán cancelados”, aseguró.

En ese orden de ideas, Leipzig avanzaría directamente a cuartos de final sin necesidad de disputar los dos partidos que estaban programados para el próximo 10 de marzo, a las 12:45 p. m. (hora de Colombia), y el 17 en lo que sería el juego de vuelta.

Bild añade que el Spartak tenía pensado oficiar como local en “Ereván (Armenia) o Baku (Azerbaiyán)”, pero esa posibilidad también fue descartada por la insistencia de los alemanes en no disputar el partido. La Uefa puso como prioridad la presión contra el gobierno ruso y también evitar que el torneo tuviera un parón indefinido por la imposibilidad de disputar una de las eliminatorias.

“Estamos a la espera de más información. Está claro que me hubiera gustado un marco diferente para estos juegos”, declaró el técnico Domenico Tedesco este fin de semana. “La situación actual es mala. La guerra no es solución en ninguna situación”, añadió.

Tedesco se mostró en contra de un boicot deportivo contra Rusia, pues considera que “la historia demuestra que siempre castiga a las personas equivocadas, ante todo a los atletas y los aficionados”.

Mecanismo de presión

Esta decisión de eliminar al Spartak de Moscú es el segundo golpe que le propina la Uefa a Rusia, después de haber suspendido a San Petersburgo como la sede de la final de la Champions League programada para el próximo 28 de mayo.

“La Uefa comparte la importante preocupación de la comunidad internacional por la situación de seguridad que se desarrolla en Europa y condena enérgicamente la actual invasión militar rusa en Ucrania”, aseguró el ente en un comunicado oficial. “Mantenemos nuestra solidaridad con la comunidad futbolística ucraniana y estamos dispuestos a tender la mano al pueblo de Ucrania”, añadió el organismo europeo.

El partido definitivo de la Champions se realizará ahora en Saint-Denis, en el Estadio de Francia (en el horario previsto) el 28 de mayo, definió la Uefa. El estadio de las afueras de París ya albergó la final de la Champions en 2006, en la que el Barcelona derrotó al Arsenal.

En un comunicado tras una reunión extraordinaria celebrada el pasado viernes por la mañana en su sede de Nyon, “la Uefa desea expresar su agradecimiento y reconocimiento al presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, por su apoyo personal y su compromiso para que el partido más prestigioso del fútbol europeo de clubes se traslade a Francia en un momento de crisis sin precedentes”.

“Junto con el gobierno francés, la Uefa apoyará plenamente los esfuerzos de las múltiples partes interesadas para garantizar la provisión de rescate para los jugadores de fútbol y sus familias en Ucrania, que se enfrentan a un terrible sufrimiento humano, destrucción y desplazamiento”, añadió la confederación.

La Fifa, por su parte, impuso a la selección de Rusia jugar sus partidos como local fuera de su territorio y prohibió el himno y la bandera rusa en todas sus competiciones, a la espera de lo que sucederá con el partido de repechaje para el Mundial de Catar, teniendo en cuenta que el rival, la selección de Polonia, también se ha mostrado en contra de salir al campo de juego.

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