La Selección Colombia Femenina logró una valiosa victoria este domingo en Sídney. El equipo dirigido por Nelson Abadía insistió hasta el final y logró un agónico triunfo ante Alemania que, además de darle el liderato del grupo H, significa el final de una racha de 28 años sin perder en fase de grupos para la dos veces campeona del mundo.
La última derrota de las alemanas en la primera ronda de un Mundial data del año 1995, cuando Suecia le ganó 3-2 en el estadio Olimpia de Helsingborg.
Desde entonces, el combinado teutón nunca había perdido en fase de grupos, hasta que Manuela Vanegas se elevó por los aires y metió un cabezazo imparable para darle el 2-1 definitivo a la Selección Colombia.
La celebración no fue para menos. Al momento del pitazo final, algunas jugadoras de la Tricolor se tiraron al suelo incrédulas por lo que acababan de hacer, mientras que las caras largas de las alemanas contrastaron con el aplauso de sus hinchas, que no se olvidan de los grandes logros conseguidos por su selección a lo largo de la historia.
Tal fue la alegría de las colombianas que celebraron como si se tratara de una final y es que este era un duelo directo por el liderato del grupo, una posición beneficiosa entendiendo que, sobre el papel, significaría enfrentar a un rival más fácil en la ronda de octavos de final.
A pesar de llegar a los 6 puntos en la tabla de posiciones, Colombia todavía no ha clasificado, aunque tendría que suceder una tragedia en el partido del próximo jueves ante Marruecos.
En este momento, la diferencia de gol de las ‘superpoderosas’ es de +3, mientras que las marroquíes, que vencieron a Corea del Sur, tendrían que golear para revertir la diferencia de -5 que tienen en este momento.
Los frutos del proceso de Abadía
Para la Selección Colombia este triunfo es mucho más que tres puntos. Además de significar el hecho de vencer a una doblemente campeona del mundo, es un partido que llena de confianza y demuestra que es posible soñar con superar los objetivos conseguidos en otras presentaciones anteriores.
La Tricolor nunca ha podido superar la fase de octavos de final y en esta edición lo podría lograr gracias a un proceso que lleva más de dos años de trabajo bajo las órdenes de Abadía.
El subcampeonato de Copa América ante Brasil fue apenas un aviso de lo que estaba por hacer esta Selección a la que no le han faltado críticas por las decisiones del cuerpo técnico y el presunto ‘veto’ a jugadoras de experiencia que no volvieron a recibir el llamado.
Pero los resultados le han dado argumentos de defensa al entrenador, que el jueves ante Marruecos podrá volver a estar sobre la línea después de cumplir las dos fechas de sanción que debía ante la Fifa.
A pesar de estar lejos de sus dirigidas durante los partidos, Abadía ha delegado a Ángelo Marsiglia como su reemplazo sobre el campo de juego y la respuesta a ese voto de confianza ha sido suficiente.
Marsiglia es un miembro muy querido por las jugadoras, muestra de eso es el abrazo que se dio con Linda Caicedo luego del golazo que abrió la puerta a una noche histórica para el fútbol colombiano en Sídney.
Cuando se dio el gol de Vanegas, el asistente técnico salió de su banquillo para celebrar eufóricamente lo que era la puntada final a la proeza que Colombia firmó este domingo en el Mundial Femenino 2023.
Ahora viene el momento de sellar una campaña ilusionante en la fase de grupos. Ante Marruecos, la Selección tiene la oportunidad de hacer un puntaje perfecto y confirmarse como la revelación del campeonato que está a punto de entrar a su fase eliminatoria.