Serena Williams, que no había jugado desde su abandono el año pasado en la primera ronda de Wimbledon, recibió una invitación (wild card) para participar en la próxima edición del torneo londinense del Grand Slam (27 de junio-10 de julio), anunciaron este martes los organizadores.
La estadounidense de 40 años, que ganó siete veces el título en la hierba londinense, se encuentra actualmente en el puesto 1.208 del ranking mundial de la WTA.
La tenista había dejado entender pocas horas antes, este martes, que tenía la intención de jugar en Wimbledon este año. “SW (por Serena Williams) y SW 19 (el código postal de Wimbledon) ¡Es una cita! Nos vemos allí”, escribió la jugadora en Instagram, bajo una foto de sus zapatillas de tenis sobre hierba.
Antes del anuncio de los organizadores de Wimbledon, se supo que la menor de las hermanas Williams jugará en dobles el torneo sobre hierba de Eastbourne, asociada a la tunecina Ons Jabeur (cuarta del mundo en individuales), según los organizadores de este torneo que sirve de preparación para Wimbledon.
“Estoy muy feliz de volver (a Eastbourne) en Inglaterra y de regresar a la hierba, una superficie que se me ha dado bien durante mi carrera”, comentó la estadounidense en un comunicado de la Federación Inglesa de Tenis (LTA). El último título de Serena Williams en Wimbledon se remonta a 2016, aunque alcanzó la final en 2018 y en 2019, finalizando como subcampeona.
Wimbledon con Serena... ¿Y Nadal?
La otra duda a despejar es sobre la presencia del actual campeón de Roland Garros. Rafael Nadal se entrenó sobre hierba por primera vez este lunes por la mañana en su isla natal, Mallorca, lo que aumenta las esperanzas de que el único ganador de 22 títulos de Grand Slam en la historia pueda participar en Wimbledon pese a sus problemas en el pie izquierdo.
Nadal realizó una actividad física ligera durante una breve sesión a puerta cerrada en el Mallorca Country Club de Santa Ponça, sede del Mallorca Championships que comenzará el domingo.
El plan del zurdo español consiste en ir incrementando la intensidad del entrenamiento a partir del martes hasta el fin de semana, lo que otorgará elementos al campeón de 36 años para decidir si disputa el Grand Slam londinense, que comienza el 27 de junio, en función de la respuesta de su pie izquierdo.
Nadal afirmó que su pie estaba “dormido” a causa de las inyecciones durante su victoria sobre Casper Ruud en la final de Roland Garros, el 5 de junio. Después del lograr su décimo cuarto título parisino, viajó a Barcelona para comenzar un tratamiento de “radiofrecuencia pulsada” con el objetivo de disminuir el dolor causado por el nervio. El tratamiento hace que los nervios que afectan a la zona de la lesión de Nadal se queden adormecidos.
Nadal sufre desde hace años del síndrome de Müller-Weiss, una enfermedad degenerativa e incurable, que se caracteriza por la deformación de uno de los huesos del pie.
El tenista español reveló que tuvo que jugar la final de Roland Garros con el pie anestesiado, algo que no está dispuesto a repetir en futuros encuentros. “Estaré allá si mi cuerpo me lo permite. Wimbledon es una prioridad, los Grand Slam son una prioridad. Jugarlo con antiinflamatorios, sí; con inyecciones de anestesia, no”, afirmó Nadal al ser preguntado hace unos días si jugará en el torneo inglés.
Nadal ha conquistado Wimbledon en dos ocasiones, en 2008 y en 2010. Con 22 ‘Grandes’ Nadal aventaja en dos títulos de Grand Slam al serbio Novak Dkojovic y al suizo Roger Federer, que nuevamente se perderá su torneo favorito mientras intenta recuperarse al 100 %.
*Con información de la AFP.