Colombia tuvo un arranque idílico en las eliminatorias al Mundial-2026, pero el martes selló un fin de año amargo al ceder ante Ecuador el tercer puesto en la clasificación y terminar una doble jornada sin sumar puntos.
Ante un Ecuador que quedó con 10 hombres en el primer tiempo e implementó una férrea defensa que se parapetó atrás para impedir el empate, Colombia cedió valiosos puntos en un choque intenso en la última fecha del año de la eliminatoria al Mundial 2026.
“Perdimos por una huevonada (una bobada)”, dijo al final del encuentro el capitán James Rodríguez, frustrado por la falta de definición del equipo.
“El fútbol es de hacer los goles, si no los haces, pues pierdes”, agregó el jugador del español Rayo Vallecano.
Colombia empezaba el encuentro tercero en la tabla de la clasificación general con 19 puntos, solo detrás de Argentina y Uruguay, pero al no sumar unidades en la última fecha cedió el puesto a Ecuador que le ganó en su casa, la caribeña ciudad de Barranquilla.
Uno de los mayores culpables de que Colombia no hubiera podido revertir el marcador al final de los 90 minutos, fue el golero Hernán Galíndez, quien le sacó goles a Jhon Arias y Jhon Jader Durán, y también, parecía que tuviera su arco rezado ante definiciones de Jhon Córdoba y Luis Díaz, las cuales no entraron.
Su show fue total, de principio a fin, llegando a acumular un total de siete atajadas que lo pusieron como una de las máximas figuras, si no la más importante y que le dio los tres puntos a los suyos.
Al terminarse el partido y una vez certificada la victoria, la prensa de su país se abalanzó sobre él para entrevistarle, dando lugar a otra parte del show del golero, quien estaría viviendo de los mejores momentos de su carrera profesional.
A los micrófonos de El Canal del Fútbol, empezó diciendo: “De esta manera que ganamos demostramos que este equipo no solo sabe jugar, sino que cuando tiene que meter también lo hacemos. Esta selección demuestra un compromiso enorme por el país”.
Sobre la expulsión de uno de sus compañeros, misma que no se sintió y que pudo haber cambiado el rumbo del juego si Colombia aprovechaba, sumó: “Una jugada fortuita, lamentablemente. El equipo corrió, metió e intentó jugar”.
“Es un mérito enorme de todos mis compañeros, no solo los que están adentro de la cancha, es de todo el grupo. Empujamos para estar en el próximo Mundial y hoy dimos un paso importantísimo”, dijo dándole valor al triunfo en Barranquilla.
También en la conversación con el medio de su país, reveló las exigencias que su entrenador les hace para lograr los resultados: “Me da mucha felicidad lo hecho para llevarnos los tres puntos que son tan importantes. Beccacece nos obliga a que propongamos en todas las canchas”.
Además, resaltó la gallardía con la que afrontaron todo, incluso con 10 jugadores: “Hasta la expulsión estábamos jugando a lo que vinimos. Pero con eso nos tocó sufrir, pero la unión y el compromiso son características de este equipo”.
“Ecuador tiene muchas ganas de jugar el próximo Mundial. Desde donde estamos damos nuestro mejor esfuerzo; tener el arco en cero es bueno, pero este equipo está para mucho más”, sumó esperanzado del futuro con su país.
Sin embargo, el momento más emotivo y que certificó por completo una noche mágica fueron las lágrimas que por poco deja salir el portero cuando le preguntaron si era su mejor momento. Sonriendo para no dejarse caer, dijo: “Me emociono, no puedo hablar, fue duro y ahora estoy disfrutando mucho”.