La llegada de Lionel Messi al Inter Miami marca el comienzo de una nueva era en la Major League Soccer (MLS), que espera aprovechar al máximo la presencia del astro argentino para impulsar la popularidad del fútbol en Estados Unidos en el camino hacia el Mundial de 2026 que el país organiza junto con México y Canadá.
La presencia de Messi no solo tendrá un impacto en Miami, donde reside una amplia comunidad argentina y latinoamericana, sino que cada partido que juegue en diferentes estadios de Estados Unidos y Canadá despertará la pasión de los aficionados locales.
En contraste con el entusiasmo generalizado por la llegada de Lionel al equipo de la Florida, uno de sus nuevos compañeros, Nick Marsman, no mostró el mismo optimismo. El arquero neerlandés, quien se unió al equipo en 2021 proveniente del Feyenoord, cuestionó la decisión de la dirigencia de fichar a la Pulga, argumentando que el club no está preparado para recibir a un jugador de su magnitud.
En una charla con ESPN horas antes de que se confirmara la noticia, Marsman expresó su preocupación sobre la capacidad del Inter para albergar a Messi. Señaló que el equipo juega en el DRV PNK Stadium, un estadio temporal inaugurado en 2020 que no cumple totalmente con las medidas de seguridad recomendadas, ubicado en Fort Lauderdale, a unos 45 kilómetros de Miami. Con una capacidad de apenas 18 mil espectadores, está lejos de los grandes templos de fútbol en los que jugó el argentino durante toda su carrera en Europa.
El arquero neerlandés resaltó las deficiencias del estadio y la falta de seguridad, enfatizando que el club no está listo para recibir a Messi: “Tenemos un estadio temporal, la gente puede meterse a la cancha, vamos al estadio sin seguridad. Ojalá que venga, pero creo que no estamos listos”, argumentó el guardameta.
Sin embargo, consciente de esta situación, la directiva liderada por David Beckham ya había anunciado la construcción de un nuevo estadio en Miami. Aprobado el año pasado, el proyecto, llamado Miami Freedom Park, está en proceso de construcción y se espera que esté listo en 2025. El nuevo estadio contará con una capacidad de 25 mil espectadores y mejorará las condiciones actuales.
Mientras tanto, Messi tendrá que jugar en el DRV PNK Stadium, con los riesgos mencionados por Marsman, hasta la inauguración del nuevo estadio en Miami. Aunque los estadios de la MLS tienen una capacidad que oscila entre 18 mil y 30 mil asientos, es posible trasladar algunos encuentros a recintos mucho más grandes, con capacidades de hasta 60 mil o incluso 90 mil espectadores, como el emblemático Rose Bowl de Pasadena, California, estadios reservados principalmente para partidos de fútbol americano, el deporte más popular del país.
Tras los icónicos pasos de Pelé en los años 70 y de David Beckham en los 2000, Messi se convierte en el protagonista de la era actual de la MLS. Mientras que los partidos del legendario jugador brasileño solo se podían presenciar en el estadio u ocasionalmente en la televisión estadounidense, los encuentros del campeón del mundo argentino estarán disponibles para el público internacional a través de Apple TV+, que adquirió los derechos de transmisión de la MLS en un contrato millonario de 2.500 millones de dólares por diez años.
Con una suscripción a esta plataforma, los aficionados de 107 países podrán disfrutar de los partidos de Messi luciendo la camiseta rosa del Inter de Miami. Este fichaje emblemático generará una gran curiosidad y pasión entre los seguidores del fútbol en todo el mundo.