Este domingo llega una de las fechas más esperadas del calendario deportivo de Estados Unidos. Se realizará el Super Bowl bajo condiciones especiales debido a la pandemia del coronavirus.

El drástico recorte de la NFL implicará muchos menos festejos en esta semana del juego entre los Tampa Bay Bucaneers y los Kansas City Chiefs, que se jugará el domingo a las 6:30 p. m. (transmisión de ESPN) con eventos para los aficionados de formato menor, que se celebrarán al aire libre y con grandes restricciones.

En el actual contexto social y sanitario estadounidense, con más de 440.000 fallecimientos y 26 millones de contagios del virus, algunas grandes compañías anunciaron que este año no emitirán sus icónicos anuncios televisivos en el Super Bowl, destinando ese millonario presupuesto a otras causas.

La pandemia también ha obligado a reducir en cerca de dos tercios el aforo del Raymond James Stadium de Tampa hasta ocupar solo 22.000 asientos.

Unas 7.500 de esas entradas se han entregado a trabajadores sanitarios que ya están vacunados y otras 14.500 se pusieron a la venta al público mediante un sistema de lotería.

“Del año pasado a ahora esto es muy diferente”, dijo Patrick Mahomes, principal estrella de los Chiefs y de la NFL, que con 25 años será el mariscal de campo más joven en disputar dos Super Bowls.

En otro cambio respecto a la tradición de la NFL, que marca que los equipos participantes llegan a la ciudad anfitriona con varios días de antelación, en esta ocasión los Chiefs permanecerán en Kansas City hasta el sábado, cuando volarán a Tampa (Florida).

Los Buccaneers, por su parte, serán el primer equipo en la historia que tendrán la ventaja de jugar la final en su casa, si bien su estadio no podrá llenarse de aficionados debido a las restricciones por la pandemia.

“Es todo muy único”, dijo Brady. “Estoy feliz en mi propia cama, feliz comiendo cosas buenas en casa”.

“No tengo que viajar, empacar mi ropa y todas las demás tonterías. Creo que se pueden sacar cosas muy positivas de todo esto”, afirmó el veterano ‘quarterback’, quien volvió a dejar abierta la puerta a seguir compitiendo en la NFL más allá de los 45 años.

“Sí, definitivamente lo consideraré”, avanzó Brady, que tiene una temporada más de contrato en Tampa. “Creo que sabré cuándo es tiempo de irme. No sé cuándo será, pero creo que lo sabré, cuando he dado todo lo que podía a este juego”.

La pandemia también acecha la preparación de ambos equipos para la final. Los Chiefs tuvieron que colocar al receptor abierto Demarcus Robinson y al centro Daniel Kilgore en la lista de reserva por covid-19 después de confirmar que tuvieron contacto con una persona contagiada de coronavirus.

Ambos jugadores todavía no están descartados para el choque, pero tendrán que cumplir cinco días consecutivos con pruebas negativas de covid-19.

“El problema es que se está luchando contra el hombre invisible”, dijo el técnico de los Chiefs, Andy Reid. “Son gérmenes, y son difíciles de ver. Te atrapa cuando menos lo esperas, y lo estamos viendo en todo. Es algo desafortunado”