El mundo del fútbol ha recibido uno de los impactos más fuertes de su historia, luego de que un grupo conformado por algunos de los clubes más poderosos de Europa anunciara la creación de la Supercopa de clubes.
La Superliga agrupa por el momento a seis clubes ingleses (Arsenal, Manchester City, Manchester United, Liverpool, Chelsea, Tottenham), tres españoles (Real Madrid, Atlético Madrid, FC Barcelona) y tres italianos (Juventus, Inter de Milán, AC Milan).
Entre tanto, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, ha advertido a los clubes creadores de la Superliga Europea que si optan por seguir adelante con su idea, sus jugadores “no podrán representar a sus selecciones” ni “participar en Eurocopas o Mundiales”, y ha tildado el proyecto de “vergonzoso y egoísta”, fruto de la “codicia” de unos pocos.
“Mi opinión es que, lo antes posible, los clubes y los jugadores tienen que ser expulsados de todas nuestras competiciones. Los jugadores que participen en la Superliga no podrán representar a sus selecciones ni participar en Eurocopas o Mundiales”, declaró tras la reunión del comité ejecutivo de UEFA de este lunes.
Esto afectaría a los jugadores de la Selección Colombia que figuran en estos clubes y actualmente son Juan Guillermo Cuadrado en la Juventus, y Davinson Sánchez del Tottenham. Es decir que Reinaldo Rueda no podría contar con ellos para posibles convocatorias.
Acá no pararían las malas noticias para los jugadores colombianos. Por ejemplo, James Rodríguez y Yerry Mina se plantearon como principal objetivo con el Everton clasificarse a la Champions League y con esta nueva liga se quedarían fuera de la posibilidad de disputar la copa más importante a nivel continental.
En repetidas ocasiones han manifestado que este es el objetivo, pero una Liga de Campeones sin los principales equipos la convertiría en una competición de segundo nivel.
Este también sería el caso de Luis Fernando Muriel y Duván Zapata con el Atalanta, club que ha sido protagonista en las dos pasadas ediciones de la Champions, pero que no tendría la posibilidad de estar en la Superliga.
Cambios en la Champions
Por otra parte, la UEFA confirmó que la Liga de Campeones pasará de 32 a 36 equipos a partir de 2024, después de aceptar la propuesta de la Asociación de Clubes Europeos (ECA), que hará que cada equipo participante juegue, al menos, diez partidos. Además, desaparecen los ochos grupos que hasta ahora marcaban la fase de grupos.
La medida se toma para propiciar que los equipos tengan más partidos en la primera fase, ya que se agregan 100 encuentros al torneo; los equipos se ubicarán en un único grupo con los 36 participantes, según un “modelo suizo”, y jugarán al menos 10 partidos según su ranking.
Los ocho primeros tendrán billete directo para octavos de final, mientras que los otros ocho se decidirán mediante un Playoff; los que queden eliminados en el mismo, jugarán la Liga Europa, como ocurre en la actualidad con los terceros clasificados de la fase de grupos.
Rechazo de los exfutbolistas
“Trágico”, “impostores”, “crimen contra el fútbol” son algunas de las expresiones que usan las antiguas glorias del balón, y algunos jugadores activos, para criticar el proyecto de Superliga privada presentado este lunes por doce grandes clubes para sustituir a la Liga de Campeones.
“Es un acto criminal contra los aficionados, una vergüenza, son unos impostores”, acusó Gary Neville, exjugador del Manchester United, uno de los clubes fundadores de esta Superliga.
“¡Que sean duramente castigados. Multas disuasorias, retirada de puntos, que se les retiren sus títulos!”, fulminó en Sky en un monólogo de tres minutos.
Rudi Völler, ganador de la Liga de Campeones con el Marsella (1993) y hoy dirigente en el Bayer Leverkusen dijo: “¡Un crimen contra el fútbol! Que los que quieran jugar en esta Liga sean expulsados de todas las competiciones nacionales, con todos los equipos, incluidos los jóvenes y las mujeres. ¡Hay que despedir a todos!”.
“Los ricos han robado el fútbol”
“Los niños sueñan con ganar el Mundial o la Liga de Campeones, no cualquier Superliga”, lanzó Mesut Özil, también campeón del mundo en 2014 con la ‘Mannschaft’. “El placer de los grandes partidos es que los jugamos una o dos veces al año, no todas las semanas”, señaló el ex del Arsenal.
Ander Herrera, futbolista del París Saint-Germain, piensa de manera similar: “Me enamoré del fútbol popular, del fútbol de los aficionados, del sueño de ver al equipo de mi corazón competir contra los más grandes. Si esta Superliga avanza, se acabaron esos sueños (...) Los ricos han robado lo que el pueblo creó, que no es otra cosa que el deporte más bonito del planeta”.
Por la tarde, el portugués Bruno Fernandes, del Manchester United, pareció mostrarse en contra de la idea.
En su perfil de Instagram compartió, añadiendo la mención “los sueños no se pueden comprar”, la publicación de su compatriota del Wolverhampton Daniel Podence, quien expresó su apego a la actual ‘Champions’ al recordar “la volea de Zidane” o la dramática final de Liga de Campeones en 1999 en la que el United superó al Bayern Múnich en el tiempo de descuento.
El Real Madrid es uno de los fundadores de la Superliga, pero su exjugador Luis Figo criticó la competición: “Este movimiento codicioso e insensible sería un desastre para nuestras raíces, para el fútbol femenino y para toda la comunidad del fútbol en su conjunto, solo para servir a los intereses de unos propietarios que hace tiempo que dejaron de preocuparse por sus aficionados y se olvidaron del mérito deportivo. Trágico”.