Poco más de un día después de los disturbios que se presentaron en el estadio El Campín, los violentos volvieron a hacer de las suyas durante el compromiso entre Deportivo Cali y Patriotas.
Sobre los 41 minutos del compromiso, luego de un gol anulado al elenco azucarero, un hincha invadió la cancha y trató de agredir a jugadores, lo que provocó la decisión del árbitro Bismarks Santiago de suspender el compromiso por algunos minutos.
La logística del estadio dispuso de la manga inflable para que los futbolistas y miembros de los cuerpos técnicos se resguardaran en el túnel, mientras las autoridades trataban de garantizar la seguridad con el objetivo de cumplir con los últimos minutos del primer tiempo.
Tras media hora de parón, el juez central acordó con la Policía Nacional y los delegados de la Dimayor que el partido se reanudaría a pesar de la tensión que se respiraba en las tribunas del estadio por la derrota parcial del Deportivo Cali ante uno de sus rivales directos en la zona de descenso.
Además de la invasión del hincha, en las gradas de Palmaseca se presentaron enfrentamientos entre hinchas del cuadro local y daños a la estructura.
Por más que la voz oficial del escenario deportivo trató de llamar a la calma de los aficionados, el hecho del gol que fue anulado por el VAR levantó los humos de una hinchada ansiosa por escapar de la zona roja.
Deportivo Cali se encuentra en la posición número 18 de la tabla del descenso y gozaba de la gran oportunidad de sacarle diferencia a Jaguares, que cayó el pasado viernes frente a Junior de Barranquilla en el Metropolitano (3-1).
Desafortunadamente, para el equipo dirigido por Jaime de la Pava, Patriotas pegó primero y se puso adelante en el marcador, aumentando el nerviosismo entre los aficionados del elenco vallecaucano.
Tras la reanudación del compromiso, los locales tuvieron una gran oportunidad para empatar, pero Juan José Córdoba falló el cobro del penal y aumentó la furia de la afición.
Delicada situación del Deportivo Cali
El gran señalado desde las tribunas es Jaime de la Pava, quien fue ratificado hace unos días a pesar de los malos resultados y la impaciencia de la hinchada por no ver lo que les habían prometido antes del inicio de este semestre.
Guido Jaramillo confesó en El País que la decisión de respaldar al cuerpo técnico fue por razones económicas. ““Tuvimos una conversación larga con el profe, él nos planteó su propuesta de trabajo, incluso los números que nos mostró son mejores que los que recibió cuando llegó al Cali. Lo que pasa es que con tres derrotas en línea, la gente ve otra cosa”, comentó sobre las horas previas al comunicado en la que respaldaron al cuerpo técnico.
Varios periodistas reconocidos en el país dieron por hecho que De la Pava iba a ser destituido, pero a última hora le terminaron dando el espaldarazo de continuidad. “Hablamos con él y llegamos a unos acuerdos, él tiene unos compromisos por cumplir con el Cali”, agregó Jaramillo.
Antes de este juego ante Patriotas, Cali sumaba tres derrotas consecutivas que han desataron una nueva crisis en la institución. Primero fue el Tolima el que les cortó la buena racha (1-2), luego Once Caldas se llevó los tres puntos de Palmaseca (0-1) y el triplete de derrotas se completó con una desastroza presentación ante La Equidad en Bogotá (2-0).
“Hay un compás de espera no muy largo, y por eso tomamos la decisión; después hablamos con los jugadores, ellos respaldan el trabajo del técnico, dicen que se han cometido errores, pero que ellos pueden sacar al equipo de donde está”, afirmó el presidente.