Independiente Santa Fe y Atlético Bucaramanga disputaron una entretenida final del primer semestre de la Liga BetPlay 2024. El global de los dos juegos terminó 3-3 y la definición se dio en tiros desde el punto de penalti en el estadio El Campín, en Bogotá. El leopardo dio el golpe, Aldair Quintana atajó dos cobros y el equipo de Santander se llevó el título.
Por su parte, los cardenales sufrieron una dura caída y volvieron a perder una final en casa, es la tercera vez que el sueño de la estrella número 10 no se hace realidad. En el campo se le vio a los jugadores muy tristes por lo sucedido, muchos de ellos derramaron lágrimas, mientras que sus adversarios celebraban la primer estrella de su historia.
Tras el partido, el técnico Pablo Peirano, entrenador del elenco bogotano, habló en rueda de prensa del juego y reveló detalles de lo que ocurrió al interior del camerino minutos después de perder el título, pese a la gran temporada que hicieron. El estratega destacó el esfuerzo que sus futbolistas hasta el último minuto. “Para los muchachos nada de reproches, nada de culpas”, comenzó diciendo.
“Nos miramos todos a los ojos en el vestuario, cerramos una charla con aplausos porque todos hicimos un esfuerzo máximo para llegar a esta instancia. No se puede mirar para abajo, por supuesto que no estamos contentos. Ahora es prepararnos para la que viene, pasar el momento porque esto continúa”, comentó.
Peirano recalcó que más allá de no lograr la coronación que era el objetivo principal, hay cosas que van más allá del resultado y que él y su cuerpo técnico valoran de gran manera.
El balance del partido y del semestre
El uruguayo también aprovechó la oportunidad para dar un balance de lo que fue el expreso rojo a lo largo de estos meses en los que fue de menos a más. “Con respecto al balance, primero nos abraza una tristeza por no conseguir el objetivo, pero al mismo tiempo nos sentimos orgullosos de la instancia que vivimos”, dijo.
Respecto al partido, Peirano señaló que el juego fue cambiando a lo largo de los minutos y reconoció que los dos goles de Bucaramanga impactaron en sus jugadores. No obstante, destacó que supieron reponerse de los dos ‘golpes’ y así consiguieron forzar la tanda de penaltis.
“Pero orgulloso, no estoy acostumbrado a bajar la cabeza. El grupo está dolido, pero a pasar el momento y pensar en lo que viene”, expresó.
Por último, aseguró que muchas cosas han cambiado desde el momento en el que llegó y asumió como entrenador, aunque dejó en claro que se siente muy “feliz” en Santa Fe, enfatizando que siempre el objetivo será mantener al equipo en lo más alto, tal y como hicieron esta campaña que se les terminó escapando en la tanda de penales.
Los jugadores cardenales ahora disfrutarán de unas merecidas vacaciones para después volver a encontrarse y planear lo que será el siguiente semestre. Por su parte, Bucaramanga celebrará el primer título en su historia y después empezará a pensar cómo defender el campeonato en la siguiente campaña.