Luis Zubeldía se desligó de cualquier responsabilidad en la salida de James Rodríguez. El técnico argentino al servicio de São Paulo aseguró que fueron directivos y jugador los encargados de acordar un divorcio que ya es inminente.
A pesar de que la falta de minutos fue uno de los motivos expuestos por la prensa brasileña, Zubeldía prefirió no dar detalles de lo que viene sucediendo al interior del club.
Cuando le preguntaron sobre la rescisión del contrato de James Rodríguez, su respuesta apuntó hacia el equipo de trabajo del presidente Julio Casares y el empresario que representa al capitán de la Selección Colombia.
“Creo que los directivos ya están resolviendo la situación de James. Es una cuestión que les preocupa más que a mí”, señaló tras el empate (0-0) del domingo contra Juventude en el Brasileirão.
Zubeldía reveló que “esta es una decisión institucional, junto con los intereses del jugador. Ya no puedo hablar del tema. Tienes que preguntarle a la junta y al jugador”.
Las declaraciones del estratega argentino coinciden con lo que había dicho la semana pasada, cuando les pidió a los periodistas que no le preguntaran más sobre el caso de James.
“Me gustaría que hablaran con el presidente, con Rui (Costa), con Belmonte, de todos los movimientos que están pasando, porque ellos son los que se encargan de esta situación”, declaró.
Antes de la Copa América, el colombiano tenía solo cinco minutos jugados bajo las órdenes del nuevo entrenador de São Paulo. La única vez que lo puso sobre el campo de juego fue en el remate del compromiso contra Palmeiras en el campeonato brasileño.
James se fue más temprano de lo esperado a la concentración de la Selección Colombia y debía volver este lunes a entrenamientos, pero desde Brasil confirman que no se presentará.
En ese sentido, lo único que resta para romper el contrato es acordar el pago de las bonificaciones que acordaron en septiembre del año pasado y que todavía no han sido abonadas por la dirigencia del tricolor paulista.
James y São Paulo parten caminos
Luego de eso vendrá el comunicado oficial que pondrá fin a una historia que nunca colmó las expectativas de ambas partes.
São Paulo quería ver la mejor versión de James en el Brasileirão, mientras que al ‘10′ le interesaba sumar los minutos que no tuvo en Olympiacos. Sus primeros meses en el equipo fueron difíciles hasta que Dorival Júnior le empezó a dar rodaje y volvió a ser convocado por Néstor Lorenzo para las eliminatorias suramericanas.
El problema es que cada citación al combinado nacional significaba un obstáculo en su recuperación física, lo que generó los primeros desacuerdos con la directiva. Para el inicio de 2024 el club brasileño cambió de timonel y parecía brillar una luz para James, pero la situación no cambió.
Thiago Carpini lo obligó a seguir un plan de entrenamientos alejado de las competencias y la respuesta del ‘10′ fue pedir la rescisión, algo que finalmente ante las disculpas del propio James.
Días después de su regreso a las canchas, Carpini fue destituido y reemplazado por Zubeldía, que nuevamente le bajó el pulgar al colombiano.
“Tiene que ganar condición física, ritmo de juego. Si no lo meto es porque creo que hay otras opciones mejores para el equipo. Por eso estoy aquí”, fueron sus primeras declaraciones al respecto de la ausencia de James, quien poco a poco vio cómo su desaparición en las convocatorias se hacía costumbre.
La Copa América terminó marcando el regreso de James, quien irónicamente fue elegido el mejor jugador del certamen continental por encima de Lionel Messi, Vinícius y demás estrellas mundiales. Ese argumento es justamente el que quiere aprovechar para volver a Europa a disfrutar de un ‘último baile’.