Deportivo Cali y Millonarios igualaron (0-0) en una tensa edición del ‘clásico añejo’, marcado por el juego fuerte y las polémicas decisiones del árbitro Diego Escalante, que sacó una tarjeta roja en el segundo tiempo, pero pudo haber enseñado más en el primero.
Y es que el estrés se sintió desde los primeros minutos. A los 9′ del partido, Millonarios tuvo que reemplazar a Luis Paredes por una dura falta que le dejó comprometido el tobillo de su pierna izquierda.
El VAR llamó a Escalante para revisar la acción y tomar decisiones por una posible roja, sin embargo, el juez central se mantuvo en su decisión de no expulsar al volante Kevin Mantilla, del conjunto azucarero.
Producto de esa jugada llegó la primera intervención de Teófilo Gutiérrez en el partido. Durante un parón del juego, las cámaras de la transmisión oficial captaron al barranquillero discutiendo de manera airada con Alberto Gamero, director técnico de la visita.
Teo le reclamó al samario los constantes parones del partido para atender a jugadores de Millonarios y el entrenador no se quedó callado. “¿Qué pasó? ¿Estamos jugando o qué estamos haciendo? ¿Qué pasa hermano? No, hombre. Vamos a jugar, vamos a jugar”, le contestó Gamero con visible molestia.
El partido continuó bajo esa tensión y el delantero del Cali tuvo la oportunidad de adelantar a los suyos, sin embargo, Álvaro Montero dejó una doble atajada digna de enmarcar, que ahogó el grito de gol en el estadio Palmaseca.
En el segundo tiempo, las cosas no cambiaron y Escalante se enfrentó a nuevos retos arbitrales que acabaron con la única tarjeta roja del partido. Sobre los 68 minutos, Teófilo disputó una pelota en zona ofensiva contra Jorge Arias y, antes de disponerse a reponer de banda, le aplicó un pisotón en la pantorrilla, que fue advertido por el VAR segundos después.
Tras la revisión del juez central, el delantero de La Chinita se fue expulsado y el que pagó los platos rotos fue Arias, que recibió una dura rechifla por parte del público presente en las gradas.
“Se equivocó”
En la rueda de prensa posterior al compromiso, Jaime de la Pava, técnico del Deportivo Cali, reconoció que era merecida la tarjeta contra su figura, al que le llamó la atención por cometer ese tipo de errores. “No vamos a tener a Teófilo en el plantel contra Bucaramanga, a un jugador como él no le puede pasar una cosa de estas. Tiene que tener un equilibrio emocional, vi la jugada y él se equivocó. El partido tenía que tener otra propuesta”, declaró.
“Mi sensación es que no era el juego que visualizamos. Fue muy interrumpido y desafortunadamente no era la dinámica que esperábamos. Al finalizar el primer tiempo ambos equipos buscamos tener esas virtudes, pero hubo muchos inconvenientes en parar el partido y no era lo que pensábamos en ese sentido porque la característica prestaba para eso”, agregó.
De La Pava alzó su voz en alerta por la cantidad de peleas y faltas que se están produciendo en la mayoría de partidos. “Creo que el fútbol está llegando a unas instancias de agresividad e intolerancia que no corresponden y tenemos que transmitir un tema dentro del campo y fuera de él. Estamos viendo en todas las fechas situaciones que no corresponde a lo que debe ser el fútbol”, dijo.
En la crítica incluyó a sus propios jugadores, a los que no les rebajó la manera en la que encararon el partido. “Hubo mucha intensidad y como cabeza del equipo hay que transmitirles que la mayor parte juguemos y creo que el árbitro no colaboró con eso. El partido no me gustó”, insistió De La Pava.