El presente del Deportivo Cali sin ninguna duda es uno de los más complejos que puede estar atravesando una institución en el fútbol colombiano. Hace un año, su panorama era totalmente diferente: la armonía y el buen momento del equipo lo catapultaban como serio candidato al título, tanto así que eso terminó por concretarse al final de la campaña, logrando —de la mano de Rafael Dudamel y Teófilo Gutiérrez— la anhelada décima estrella.
La consagración, que se dio a finales del mes de diciembre de 2021, permitió que la institución ‘azucarera’ pasara unas festividades de ensueño y solo se pensaba en lo que sería el año entrante, ese que les brindaría la posibilidad nuevamente de estar en Copa Libertadores, en la cual buscaban ser protagonistas.
Todos esos anhelos se fueron cayendo de su punto más alto, cuando se dieron las salidas de jugadores importantes; quedaron en la plantilla tan solo nombres como el de Teo Gutiérrez. Sin embargo, la directiva hizo contrataciones y con ellas pensó que el proceso tendría la continuidad positiva esperada.
Esto no sucedió. Desde el primer juego oficial de 2023, el Cali se vino a pique y hasta el mes de septiembre no ha podido levantarse. Se dio la salida de más jugadores de dicho equipo campeón, del técnico Dudamel por los malos resultados y solo quedó el estandarte Gutiérrez, que —según todo parece indicar— ha tenido líos con el nuevo entrenador, Mayer Candelo. Por esta razón, según el periodista Francisco Vélez, de ESPN, “el presidente del @AsoDeporCali buscan la salida de Teo Gutiérrez”.
Es una medida desesperada que parece ser la solución de un equipo que marcha hasta la fecha 11 de la liga colombiana del segundo semestre en el último puesto de la tabla y que sería la puerta para que el jugador retorne a Junior de Barranquilla, equipo del cual es hincha y en el cual recientemente confirmaron el décimo mandado de Julio Comesaña en la dirección técnica.
Habiendo empatado su más reciente compromiso en casa por 1-1 ante el Atlético Bucaramanga, el entrenador Mayer Candelo salió a hablar en la rueda de prensa y le hizo frente a las críticas: “A mí nunca me han condicionado nada, estoy aquí tranquilo, porque de parte de los directivos he tenido el apoyo, a pesar de que aquí se han manejado cosas diferentes”.
“Muchos no quieren aceptar que yo sea (el técnico), es diferente que esté condicionado a estar en el equipo”, agregó.
Además, envió un mensaje claro a sus detractores, al referirse a la figura que tiene dentro de la institución verdiblanca: “Guste o no, soy el técnico del Cali todavía, nadie me ha hablado de que estoy condicionado o que me tengo que ir”.
También hubo tiempo para enviarles un mensaje a los aficionados, a quienes les dijo que “nunca les ha gustado nada”.
El exjugador recalcó que lleva dos meses a cargo del equipo, el cual “viene psicológicamente golpeado”. “Hay personas que ayudan en el entrenamiento mental, se les hace difícil porque son seres humanos”, aseveró.
“Vivir esta presión no es fácil y más en el Cali que son difíciles, pero hay que darle el pecho a la situación, yo no me voy a rendir nunca. A los que quieren que me vaya, no me voy a ir, pueden seguir pagando, podrán hacer locuras, pero aquí estaré, amo esto y quiero ayudar a la causa”.
Es tal la presión que se vive en las toldas verdes, que hasta los mismos directivos han perdido la compostura para responder a la presión que ejerce la hinchada por los malos resultados. Tras el juego mencionado y un nuevo resultado que no ayuda a la institución a salir completamente de la crisis, se vio al presidente del equipo, Luis Fernando Mena, responder desde un palco a los aficionados con actos groseros y retadores.