El caso de Mauricio ‘Chicho’ Serna en Argentina ha dado un giro después de la declaración de un nuevo testigo que señaló al exfutbolista de haber supuestamente lavado dinero para Carlos Mario Aguilar, alias “Rogelio”, exjefe de la Oficina de Envigado que actualmente está detenido en una cárcel de Manhattan. De acuerdo a información publicada por el diario El Clarin, el colaborador, cuya identidad está siendo protegida por la justicia argentina, testificó desde Estados Unidos a fiscales de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) en la primera semana de junio. En su testimonio, el declarante reveló que el Chicho supuestamente fue testaferro de "Rogelio" en la Argentina. En este proceso están involucrados 8 personas incluyendo la viuda y ek hijo de Pablo Escobar, así como José Byron Piedrahita Ceballos y el empresario inmobiliario Mateo Corvo Dolcet. “El testimonio del bautizado Colaborador A cerró con las demás pruebas del expediente y también permitió que ahora el juez Barral procesara al colombiano José Byron Piedrahita Ceballos (59), eje del lavado de 3 millones de dólares y 1.700.000 pesos a través de emprendimientos inmobiliarios y gastronómicos concretados entre 2008 y 2017, principalmente en Pilar a través de Corvo Dolcet”, señala el medio argentino. Serna siempre se defendió manifestando que los negocios de las propiedades fueron hechos de forma lícita. La gran revelación del testigo estrella es que los inmuebles nunca le pertenecieron al Chicho sino que estaba sirviendo de testaferro para el capo. “Lo que ahora aportó el arrepentido fue el dato de que esas propiedades nunca fueron de Serna sino del jefe de la oficina de Envigado: Carlos Mario Aguilar, alias "Rogelio". Todo coincide, ya que Rogelio viajó a la Argentina en 2008 para entrevistarse con La DEA norteamericana para organizar su posterior entrega en territorio de los Estados Unidos”, agrega Clarin. Mateo Corvo Dolcet quedó en libertad el pasado mes de febrero, después de pagar una fianza de 10 millones de pesos en Argentina. Él es el abogado de José Byron Piedrahita, el ganadero colombiano capturado en Caucasia por cargos de corrupción a un agente de Estados Unidos y solicitado en extradición por ese país. La mano derecha de Piedrahita en varios megaproyectos que pusieron a andar en ese país era el abogado Corvo Dolcet. Información recogida en su casa y declaraciones rendidas ante las autoridades llevaron a que el juez federal de Morón Néstor Barral llamara a indagatoria a María Isabel Santos Caballero y a Juan Sebastián Marroquín Santos, viuda e hijo del capo Pablo Escobar. Junto con ellos, también deberá comparecer Mauricio Serna, el exfutbolista colombiano. Todos señalados del presunto delito de lavado de dinero producto del narcotráfico. Los detalles de esta historia que le ha dado la vuelta a los diarios argentinos y colombianos, comenzó con la captura de Corvo Dolcet el pasado mes de septiembre. Durante el operativo de allanamiento a su residencia, según lo reporta el diario argentino El Clarín, fue encontrada la que fue bautizada por la prensa como ‘la caja de Mateo‘. Allí el abogado escondía varios documentos reveladores, entre ellos, una constancia firmada por él y la familia de Escobar en la que queda consignado un supuesto pacto para el pago de una comisión del 4,5 por ciento (unos 100.000 dólares) por presentar al abogado Corvet con José Byron Piedrahíta en el 2008. “La señora Maria Isabel Santos y Sebastián Marroquín, por una parte, y por otra Mateo Corvo Dolcet extienden el presente documento a efecto de dar por cumplidas promesas recíprocas resultantes de la presentación del señor José Piedrahita como inversor en el proyecto inmobiliario que Corvo Dolcet lleva adelante”, dice el documento incautado. Entre los proyectos de inversión, según se ha desprendido de la investigación, está el Hotel Faena y en el tradicional Café de los Angelitos, un histórico lugar de tango a pocos metros del Parlamento del Congreso, en Buenos Aires. Sin embargo, la verdadera joya de la corona era un proyecto de inversión para la construcción de un barrio de lujo de 200.000 metros cuadrados, con servicio de tren VIP. El Clarín contactó al exjugador e ídolo de Boca y este respondió que el tema lo manejarían sus abogados. "No voy a hablar del tema. Gracias por llamarme, pero del caso van a hablar mis abogados".