La celebración de España en el Mundial Femenino 2023 se ha empañado por la dura noticia que recibió Olga Carmona, figura del equipo, justo después de haber levantado el título en el Stadium Australia de Sídney.
La autora del único gol ante Inglaterra se enteró del fallecimiento de su padre horas después de la final, mientras se encontraba celebrando el histórico logro de La Roja junto a sus compañeras en el hotel.
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) fue la encargada de confirmar la noticia y enviar su voz de apoyo a la jugadora que también había sido determinante con gol en la semifinal frente a Suecia.
“La RFEF lamenta profundamente comunicar el fallecimiento del padre de Olga Carmona. La futbolista ha conocido la triste noticia una vez concluida la final de la Copa del Mundo”, informó la federación en sus redes sociales.
En nombre del cuerpo técnico, las jugadoras y los directivos, “mandamos nuestro abrazo más sincero a Olga y a su familia en un momento de profundo dolor. Te queremos, Olga, eres historia del fútbol español”, completa el comunicado.
Desde España aseguran que la muerte del padre de Carmona se había dado antes del pitazo inicial, pero decidieron informarle de lo sucedido hasta después de la celebración. De hecho, Olga estuvo presente en la rueda de prensa como jugadora del partido y en ese momento aún no se había enterado de la fatídica noticia.
Una vez finalizado el partido ante Inglaterra, Carmona fue entrevistada por la televisión española y allí reveló a quién había dedicado el gol de la victoria. “Lo que hemos conseguido va para la madre de una de mis mejores amigas, que falleció recientemente; he celebrado el gol con su camiseta. Desde aquí se lo dedico a toda la familia con todo el amor”, mencionó.
“Ha sido un partido muy sufrido, sabíamos que iba a ser muy complicado. Inglaterra tiene un auténtico equipazo, pero esto estaba nosotras. Teníamos la ‘vibra’ de que lo íbamos a conseguir. Estoy sin palabras”, completó en su intervención.
Un gol para el cielo
Y es que Olga Carmona pasó a la historia como en 2010 lo hiciera Andrés Iniesta, al convertirse en la autora del gol que le dio a España su primer título mundial en la rama femenina.
El equipo que dirige Jorge Vilda fue fiel a sí mismo y dejó su sello en el Stadium Australia. Encontró la resistencia, como era de esperar, de un combinado inglés que no se rindió en ningún momento y que sobrevivió agarrado a una gran Mary Earps, que le mantuvo con vida deteniendo un penalti con 1-0.
Pero España se defendió bien, aguantó su ímpetu bajo la batuta de Aitana Bonmatí, elegida Balón de Oro de la cita orbital, e hizo valer el gran gol de Olga Carmona para alcanzar la gloria en Sidney.
España fue de menos a más. Con la única novedad de Salma Paralluelo como 9 y con Jenni Hermoso de medio en lugar de Alexia Putellas, acusó algo los nervios en el inicio de su primera final en comparación con su rival, que se asentó más rápido y amenazó de su peligro rápidamente.
Sin embargo, no cundió el nerviosismo en las filas de la selección española, que replicó al instante, con una buena doble oportunidad de Salma Paralluelo, que no acertó a rematar un buen centro, y de Alba Redondo que sí lo hizo, pero de una forma demasiada centrada que no logró superar a Mary Earps.
La Roja trataba de imponer su mayor calidad técnica en el medio y cuando lograba zafarse de la presión inglesa daba sensación de peligro, sobre todo por el costado izquierdo de su ataque.
El partido se fue equilibrando. La campeona de Europa era más directa en su juego y buscaba apretar bien para intentar sorprender, pero recibió así el gol español. Lucy Bronze abandonó su lado para hacer una circulación demasiado larga hacia el centro y perdió una pelota que España transformó en una transición letal. Mariona Caldentey recibió y aguantó el desdoblamiento de Olga Carmona, cuyo disparo cruzado fue imparable para Earps.
El tanto asentó aún más a la ‘Roja’, pero el equipo que dirige Sarina Wiegmann apretó en el tramo final en busca del empate, aunque fue Salma Paralluelo la que rozó el 2-0, con un disparo al palo justo antes del descanso tras el que Wiegmann movió al equipo con las entradas de Lauren James, su mejor delantera en este Mundial y sancionada los dos últimos partidos, y Chloe Kelly.
Los minutos fueron pasando, pero esta vez la selección supo sujetar mejor el guión que ante Países Bajos y Suecia. Tuvo opciones para no vivir agobios con los espacios que dejaba ya su rival, pero tampoco se encerró descaradamente, se agarró a su calidad con la pelota y sobrevivió con entereza al arreón final, con más corazón que cabeza. Tras casi un cuarto de hora de añadido, Tori Penso decidió que no había que esperar más la entrada en la historia, algo quizá impensable hace un año y que ahora es una realidad.
Con información de Europa Press.