El mundo del fútbol volvió a tener una triste noticia tras conocerse este sábado que Sofiane Loukar, jugador MC Saïda, de la segunda división de fútbol de Argelia, falleció después de recibir un fuerte golpe en la cabeza en el juego ante ASM Orán.
El futbolista de 30 años sufrió un traumatismo craneal tras caer al suelo luego de un duelo aéreo con un rival, acción que se dio a la altura del minuto 26 del primer tiempo. Según medios argelinos, el jugador, después de recibir asistencia médica, cayó al suelo de donde no se levantó.
En redes sociales se han filtrado imágenes internas de los vestuarios donde se ve a compañeros del jugador bastante dolidos por la partida de su compañero.
Ali Malek, el presidente de la Liga Nacional de Fútbol Aficionado de ese país, presentó sus más sinceras condolencias a familiares y allegados del jugador. Además, el parte médico evidenció que este jugador no presentaba ninguna anomalía en su cuerpo que lo privaran de jugar, lo que todo apuntó al duro choque.
El siguiente video contiene imágenes sensibles en las que se puede observar los intentos del cuerpo médico por revivir al jugador a un lado de la cancha.
Un nuevo caso de fallas cardíacas
Este sábado también el mundo del fútbol se detuvo por la muerte del jugador Mukhaled Al-Raqadi, quien murió en pleno calentamiento previo al juego de su equipo Muscat FC ante Suwaiq, juego válido por la liga de Omán.
Al-Raqadi se encontraba junto a todo el plantel entrenando para dicho partido, pero unos minutos después el jugador de 29 años sufrió un infarto que lo hizo desplomarse sobre el terreno de juego, encendiendo las alarmas de inmediato en todo el estadio.
El jugador fue atendido por las autoridades médicas del lugar que lo trasladaron al hospital más cercano, pero llegó al centro médico sin signos vitales.
La muerte de este jugador se une a la del croata Marin Cacić, quien también se despidió de este mundo el pasado martes 21 de diciembre por una falla cardíaca.
Comunicado del club
Después del deceso del jugador, su club, el Muscat FC se expresó de manera sentida con el siguiente comunicado: “Con nuestros corazones llenos de fe aceptando la voluntad de Dios, la dirigencia de Muscat Sports Club y todos sus afiliados extienden sus sinceras condolencias a la familia de Al-Raqadi”.
La muerte de este jugador prendió la alerta en el fútbol mundial, pues en los últimos meses varios casos se han presentado por fallas cardíacas en los jugadores. Christian Eriksen en la Eurocopa y el más reciente caso de Sergio Agüero han generado preocupación en la medicina deportiva.
Al límite de abandonar el fútbol
El Inter de Milán, actual líder de la Serie A italiana, emitió un comunicado el pasado viernes 17 de diciembre, para informar sobre el acuerdo al que llegaron con Christian Eriksen, volante danés que se encuentra fuera de las canchas tras sufrir un paro cardiaco en pleno partido de la Eurocopa a mediados de año.
Aunque el jugador ha regresado a trabajos controlados por un grupo de entrenadores personalizados, el desfibrilador que le fue implantado luego del episodio sufrido en Copenhague no le permitirá volver a jugar en suelo italiano por determinación del reglamento de la Serie A.
Por otro lado, el argentino Sergio Agüero, quien había cambiado de rumbo esta temporada para vestir los colores del Barcelona de España, se vio obligado a sus 33 años de edad a retirarse del fútbol de manera definitiva por una anomalía cardíaca sufrida en un juego de la liga española.
El goleador histórico del Manchester City de Inglaterra tuvo que citar a una rueda de prensa para anunciar su decisión definitiva. Apenas al subir a la tarima, ya se vio al ‘Kun’ bastante afectado por la decisión. “Esta conferencia es para comunicarles que he decidido dejar de jugar al fútbol y es un momento muy duro. Estoy muy feliz igual por la decisión que tomé, primero es mi salud”, declaró el argentino.
“Estuve en buenas manos de los médicos que me han dicho que lo mejor era dejar de jugar. Yo he tomado la decisión hace una semana. Hice todo lo posible para ver si había alguna esperanza, pero no había mucha”, agregó Agüero.
“Gracias a todos los que están acá, a mi familia, a mis compañeros del Barça. Hice lo mejor para ayudar a ganar. Me voy con la cabeza alta y muy feliz. Sé que tengo mucha gente que me quiere”, añadió con la voz entrecortada.