La tensa relación entre Atlético Nacional y Los del Sur, que acabó con violentos disturbios en el estadio, ha hecho estallar una polémica en el fútbol colombiano por los acuerdos a los que llegan los dueños de cada equipo con sus barras principales.
El cuadro verdolaga tomó la decisión de cortar todo tipo de beneficios con LDS, lo que desencadenó una serie de protestas que fueron escalando hasta el punto en que se enfrentaron con la fuerza pública y obligaron a la suspensión del partido frente a América de Cali, que se debía disputar el domingo.
Entre los beneficios que recibía la barra de Nacional se encuentran recursos económicos para las salidas, los tifos e incluso un número de boletas que se entregaban como cortesía para el ingreso de al menos 500 hinchas por partido al sector sur del estadio Atanasio Girardot.
Sin embargo, el gasto que más llama la atención fue el que desencadenó la batalla campal. Según conoció SEMANA, Atlético Nacional le pagó cerca de 1.200 millones durante 2022 a la barra LDS, representados en lo mencionado anteriormente, además de refrigerios y logística de la tribuna sur, apoyo para cuidar a los hinchas visitantes, plata por celebraciones de aniversario y mucho más.
Lo revelado después de los violentos disturbios que se vivieron en Medellín ha provocado que se destape todo tipo de beneficios que reciben las barras en Colombia y que hasta ahora permanecía oculto en un pacto de no agresión por parte de dirigentes y líderes de cada organización.
Este lunes, en medio de la polémica que hay por la relación entre la hinchada y la directiva de Nacional, el máximo accionista del América de Cali, Tulio Gómez, confesó que en el cuadro escarlata también tienen un acuerdo con Barón Rojo, aunque no tan ostentoso como el que hasta este año tenían Los del Sur.
“Al principio siempre tuvimos muchos problemas porque el equipo estaba en la B y tenía mal desempeño futbolístico. Eso le da poder a las barras. Pero poco a poco hemos ido llegando a concertar unos beneficios”, indicó en entrevista con ESPN.
Don Tulio explicó que actualmente la barra que se ubica en el sector sur del Pascual Guerrero recibe “una serie de descuentos” por comprar más de 2.000 boletas para cada partido. “Es como el 10 %”, dijo.
Además, “les damos para que entren 150 personas, para los barristas que no tienen dinero”. El compromiso entre ambas partes es que, “de esos 150, ellos ponen 40 mediadores para controlar las barras y los desmanes al interior de la tribuna sur”.
El objetivo de este beneficio es mantener la buena relación y el comportamiento al interior del estadio, pero sin tener compromisos en ninguna de las partes. “No permitimos que ellos tengan injerencia en la administración del club, como tampoco nosotros nos inmiscuimos en la administración de la barra. Nosotros tenemos claro que nuestra autoridad y nuestra autonomía no es negociable”, añadió.
Gómez reiteró una vez más su solidaridad con la dirigencia de Nacional por lo sucedido en el Atanasio Girardot y se mostró abierto a negociar la nueva fecha del partido que quedó pendiente por falta de calendario a raíz de la competencia internacional que enfrentan los verdolagas este año.
“Yo creo que se podrá jugar en las fechas de mayo. No hemos mirado una en específico, porque debemos tener en cuenta liga y torneos internacionales. Esto nos crea un problema inmenso”, comentó Fernando Jaramillo, presidente de la Dimayor en SEMANA.
El presidente de la Dimayor afirmó que, más allá de encontrar la fecha oportuna para reprogramar el compromiso por la décimo tercera jornada de la Liga BetPlay, alguno de los clubes del balompié nacional puede no estar a gusto con la decisión. “Es que no es solo Nacional y América, cuando yo muevo un partido, me toca moverlos todos. El tema de televisión es muy complejo, el tema de torneos internacionales. Entonces alguien va a salir descontento”, comentó.
Nacional se muda de estadio
Bajo este panorama, el inicio de la semana tuvo enfrentamientos entre Daniel Quintero y el presidente de Atlético Nacional, Mauricio Navarro. A la par, hubo reuniones entre las partes involucradas para tratar de solucionar con premura la situación y saber si el cuadro verde podría jugar su próximo compromiso de Copa Libertadores ante Melgar de Perú el próximo jueves, en el complejo deportivo de la capital antioqueña.
“Buscamos una decisión concertada. El jueves será el partido contra Melgar, la determinación es concertada. No se juega en Medellín porque no hay garantías para jugar en paz y no ocurra lo del domingo pasado”: Óscar Hurtado, alcalde encargado de Medellín, se pronunció minutos después de la reunión al respecto.
“Buscamos una decisión concertada. El jueves será el partido contra Melgar, la determinación es concertada. No se juega en Medellín porque no hay garantías para jugar en paz y no ocurra lo del domingo pasado”: Óscar Hurtado, alcalde encargado de Medellín se pronunció minutos después de la reunión al respecto.
Finalmente fue Barranquilla la plaza elegida para disputar este compromiso, que se hará a puerta cerrada por disposición de las autoridades de la capital atlanticense. “Barranquilla siempre tiene sus puertas abiertas, hoy hemos recibido la petición a través de las agremiaciones futbolísticas que pueda el Metropolitano usarse para el juego de Atlético Nacional. Hemos dicho que sí, podemos hacerlo siempre y cuando se cumplan los protocolos de seguridad”, anunció el alcalde Jaime Pumarejo.