Esta semana aficionados al boxeo especulan sobre el posible regreso a los cuadriláteros de Mike Tyson, de quien han circulado videos en redes sociales que muestran el duro entrenamiento al que somete por estos días. A sus 57 años, Tyson se ve en buena forma y varios mensajes han circulado sobre las razones por las que el legendario luchador se estaría entrenando con tanto esmero; entre las teorías destaca un posible enfrentamiento contra el también exboxeador Evander Holyfield, con quien protagonizó uno de los momentos más recordados del deporte en la década de los 90.

Fue en 1997, en el segundo combate de ambos por el título de pesos pesados, cuando Tyson hirió en la oreja a Holyfield con una mordida. El boxeador escupió dos centímetros de cartílago y de inmediato el juez detuvo la pelea. El polémico hecho le valió al púgil una suspensión de un año y una multa de cerca de tres millones de dólares.

Pero, ¿qué llevó a Tyson a atacar de esa forma? En una entrevista con el diario The Guardian, explicó que actuó bajo el efecto de las drogas. “Fueron las drogas. Solo pensaba en las drogas. Yo creía que era Dios, me sentía como Dios, pero lo hecho, hecho está. Yo no pensaba en el boxeo cuando lo mordí. No me preocupaba el boxeo. Está mal lo que hice, muy mal. Me volví loco”, dijo. El episodio cobra relevancia de nuevo porque ahora, 23 años después, Evander Holyfield quiere la revancha.

El jueves, el diario británico The Sun publicó una entrevista con el atleta, quien dijo: “Estoy dispuesto y me veo capaz de hacerlo bien a mis 57 años. Puedo afrontarlo, pero Mike también tendría que aceptar”. “No se trata de quién gana a quién, mostraremos a la gente que somos dos de los grandes luchadores de nuestra era y que nos hemos unido como hombres para hacer algo por los demás”, agregó. Tyson, por su parte, no se ha pronunciado y las razones de su duro entrenamiento se mantienen en secreto, ¿será posible una nueva pelea?