La Uefa confirmó el jueves 27 de julio la participación del Barcelona en la próxima edición de la Liga de Campeones, aunque advirtió que una pesquisa sobre los más de siete millones de dólares que el club catalán le pagó a un otrora vicepresidente de la comisión de árbitros de España podría ser reabierta si aparece más evidencia.
La plaza del Barça en la fase de grupos del máximo torneo de clubes de Europa, que vale decenas de millones de dólares, tras consagrarse campeón de la Liga de España la pasada temporada, había quedado comprometida debido al caso Negreira.
Documentos judiciales indican que el Barça desembolsó 7,7 millones de dólares entre 2001 y 2018 a la compañía de José María Enríquez Negreira, quien fungía como vicepresidente de la comisión de árbitros del fútbol español.
La Fiscalía acusó al Barça de presunta corrupción, administración fraudulenta y falsificación de documentos. Pero no se ha podido especificar si se amañaron partidos o si se influyó en las decisiones de los árbitros desde que la Uefa abrió su investigación en marzo.
La reglamentación de la Uefa establece la expulsión por una temporada de un equipo de toda competición europea si queda implicado en el arreglo de un partido doméstico o internacional desde abril de 2027. También queda expuesto a otras sanciones.
La entidad indicó el jueves que el Barça quedó “admitido provisionalmente a participar” en la Liga de Campeones, aunque “se reserva una decisión futura sobre la admisión/exclusión” de sus competiciones de clubes.
De ese modo, el club catalán tendrá su lugar asegurado en el sorteo de la fase de grupos de la Champions que se realizará el 31 de agosto, pero sigue bajo la lupa por el escándalo que sigue dando de qué hablar en la prensa mundial.
La Uefa también recordó que el Barça está “obligado a mantener informados” a sus inspectores de ética de los avances de las investigaciones y facilitar a los mismos “todos los documentos e información que soliciten”.
En todo momento, el Barça ha insistido que no cometió ningún delito o que exista conflicto de interés. El club azulgrana argumenta que solo pagó para recibir informes técnicos sobre los árbitros, pero que nunca quiso influir en sus decisiones en los partidos.
La investigación de la Uefa se realizó al tiempo que el Barça mantiene abierto un caso ante el Tribunal Superior de Justicia Europea en Luxemburgo, tras el fallido intento de crear una Superliga en 2021. El Barça, el Real Madrid y la Juventus argumentan que la confederación mantiene un monopolio en las competiciones.
Al respecto de las investigaciones en contra del club, el presidente Joan Laporta considera que se trata de una “gigantesca campaña de desprestigio internacional”, con afirmaciones “difamatorias que nada tienen que ver con la realidad”.
“En el Barça queremos ganar, y nos gusta mucho el cómo ganamos, jugando bien. No nos gusta ganar con ayudas arbitrales. Es obvio que tenemos detractores, que intenta erosionar nuestro prestigio, a veces por envidia, por sentimiento, y otras veces por cuestiones extradeportivas”, expresó.
“No lo van a conseguir, ninguna campaña de desprestigio evitará que el Barça pueda continuar siendo una institución o un club de referencia para el deporte mundial”, agregó.
Laporta relató que el Barça cuenta con “asesoramiento profesional” de una persona con “trayectoria en el estamento arbitral” que realizaba su trabajo “con claridad y transparencia”. “Este asesoramiento existía y está en las facturas, pagadas por transferencia bancaria”, comentó.
“Hay personas físicas de una entidad externa al club, que no el Barça, que han aprovechado el contexto para sacar un beneficio. Nosotros defenderemos la honorabilidad del club, somos los primeros interesados en que se conozca el tema hasta el final. El FC Barcelona es una víctima en esta cuestión. En ningún caso, el Barça sería responsable”, sentenció en una conferencia citada al respecto del caso Negreira.