Tres semanas después de la histórica clasificación del Atlético de Madrid a cuartos de final de la Champions League, dejando en el camino al vigente campeón, Liverpool, la UEFA impuso una sanción a ambos clubes por incumplir normas de seguridad en el juego de ida. El ente rector del fútbol europeo encontró que en el partido disputado en el estadio Metropolitano de Madrid el 18 de febrero fueron bloqueados algunos pasillos del escenario por exceso de aforo, lo que infringe las normas de seguridad del torneo continental.
Este jueves, la UEFA comunicó que Atlético de Madrid deberá pagar, en el plazo de 90 días, una multa de 24.000 euros. Liverpool también recibió una sanción económica por el lanzamiento de bengalas en el estadio Anfield en el juego de vuelta de esa llave de octavos de final, disputado el 11 de marzo, multa que deberá saldar en el mismo término de tiempo, según publicó el diario Sport. Otro club damnificado con multa es el Valencia, que tras ser eliminado por Atalanta deberá cancelar 15.000 euros por el retraso a la hora de entrar a la cancha en el partido que se disputó el 19 de febrero en San Siro, Milán, un polémico juego en que hinchas del Atalanta lanzaron bengalas al terreno, lo que le valió también una sanción de 8.500 euros. La UEFA, sin embargo, no se pronunció frente a las críticas de expertos que se han referido a esos partidos como “bombas biológicas” por haber ayudado a la propagación del coronavirus en España e Italia al movilizar miles de hinchas en ambos países. De hecho, hace pocos días el exjefe de Salud Pública de la ciudad de Liverpool, Josh Ashton, calificó de "vergonzoso" que los seguidores del Atlético de Madrid pudieran viajar a Anfield el 11 de marzo cuando el Gobierno español les obligaba a jugar sin público en su propio territorio. "Fue vergonzoso y ahora estamos viendo las consecuencias de eso en Liverpool. Podemos esperar otra ola de infecciones después de esta debido a esos aficionados", dijo Ashton en declaraciones al diario Liverpool Echo, que recoge la agencia Europa Press.
"Ya habrá tiempo para recriminaciones más tarde. Sin embargo, ahora debemos aprender las lecciones de por qué seguimos siendo lentos para hacer lo que se necesita en este país. Debemos ser mucho más ambiciosos con las pruebas. Los objetivos gubernamentales actuales son insignificantes y debemos hacer todo lo posible para proteger a nuestros trabajadores de primera línea", añadió. Por su parte, el alcalde de Liverpool, Joe Anderson, también lamentó que se permitiese la entrada de 3.000 aficionados del Atlético de Madrid para el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones. Cree que "no fue una buena idea" después de que la capital de España ya tuviese casos confirmados por covid-19. Con información de EP.