Sin duda, James Rodríguez es uno de los futbolistas más importantes y más queridos no solo en su Colombia natal, sino en los países en los que brilló con sus grandes actuaciones. El 10 cucuteño les ha regalado sonrisas y lágrimas de victoria a muchos europeos.
James, sin embargo, ha tenido una carrera éxito y polémica; sin embargo, sus días de oro lo han llevado a pasar por clubes importantes como: FC Porto, AS Mónaco, Real Madrid y Bayern Múnich, entre otros.
El cucuteño, de 32 años, debutó en el futbol profesional en el año 2006, cuando hizo parte de las filas de Envigado Fútbol Club, esto luego de que su mamá rechazará varias ofertas, entre ellas una del Atlético Nacional y otra del Independiente Medellín.
Sin embargo, sus sueños casi se convierten en un hobby más. El colombiano, en una entrevista con el conferencista Daniel Habif, aseguró que su mamá no lo apoyaba en los primeros años: “Cuando yo era niño siempre quise jugar al fútbol, veía un balón y ya quería ir detrás. En los primeros años, mi madre no me apoyaba, porque mi padre (exfutbolista), estuvo en una época en la que había mucho alcohol. Entonces mi madre tuvo que vivir con eso y no quería que yo fuera futbolista… Cuando vio que yo era talentoso, dijo: ‘Bueno, ya está, dejemos que se dedique al fútbol’. Desde entonces, tuve el apoyo de ella, es un pilar muy importante para mí”.
Los papas de James se separaron cuando él era muy niño. Y desde ese momento el futbolista se mudó a Ibagué con Pilar, su mamá. Y aunque para ella lo vivido con su esposo en otras épocas fue duro, ese cambio resultó bueno para el futuro 10 de Colombia. Y, como si de un pase a la final se tratará, su mamá lo inscribió con apenas cinco años a su primer club de fútbol.
El delantero aseguró que uno de los pilares fundamentales para consolidar y tener éxito en su carrera ha sido su personalidad competitiva y recordar esos momentos de niño en los que solo quería jugar al fútbol cuando veía un balón.
“Uno de niño siempre quiere jugar, jugar y jugar. Ya cuando grande piensas en otra cosa. Hay que ser niño siempre para que te pueda salir todo, porque cuando eres grande cambian tus pensamientos, cambias otras cosas, ya hay mucha gente que está encima de ti, hay que ser niño siempre”, dijo a Habif.
James afirmó que la presión es algo que hay que saber manejar: de niño no tenía la presión encima, y recuerda que cuando entra a la cancha solo quiere volver a ser ese niño de 7 u 8 años.
“Cuando eres niño no hay presión de nada, cuando creces, hay presión de todo, yo cuando entró al campo quiero ser un niño, como cuando tenía 7 u 8 años, quiero jugar siempre, pero sin presión, cuando uno tiene presión y tiene tantas cosas como que no liga nada”, afirmó.
Finalmente, su paso por Envigado y su buen fútbol en ese club, lo llevaron a su primera oferta internacional: el Club Atlético Banfield de Argentina convenció a James de aceptar el fichaje que lo haría grande en el mundo internacional y debutó a sus 17 años. Era el año 2009. Con su nuevo equipo, brilló en la Copa Libertadores, donde marcó cinco goles, lejos de su país, lejos de su hogar.
Actualmente, James juega para el São Paulo, donde su salida estaría cada vez más cerca, según medios deportivos cariocas. Sin embargo, el presidente del club, Julio Casares, tuvo que salir a aclarar lo que está sucediendo al interior del vestuario y qué puede pasar a mitad de año cuando se reabra la ventana de fichajes.
Casares no cerró la puerta a la salida del colombiano, pero aseguró que ya hizo su aporte a la historia del conjunto tricolor: “No juega ni está en el equipo, pero la llegada de James ya ha ayudado al São Paulo. Puso al São Paulo en un nivel de competitividad deportiva. El São Paulo se convirtió en protagonista de grandes fichajes”, indicó, tras la victoria ante Cobresal en la Copa Libertadores.