Para un karateca colombiano, clasificar al mundial de su disciplina más que un premio se convierte en un tormento. Todo, porque los recursos no alcanzan para asistir al máximo evento de su deporte.
Según Eliécer Solera, presidente de la Federación colombiana de Karate, de los 30 deportistas que lograron su cupo al mundial que se desarrollará en Turquía del 26 al 30 de octubre, solo han confirmado 14, 3 en categoría cadete, 3 en junior y 8 en sub 21.
¿La razón? no hay recursos económicos para ayudar a que la totalidad de los karatecas cumplan el sueño de representar a su país.
“Contamos con 25 millones para apoyarlos a todos. Pero en total, necesitaríamos 320 millones y eso es lo que nos dan de presupuesto anual”, dice el dirigente del Karate colombiano.
Entonces, como pasa en Colombia con un deporte élite diferente al fútbol, los padres de familia se la tienen que rebuscar.
“Como le digo a mi hija, ganaste, eres responsable con tus cosas, tu deporte, rindes en el estudio, pero hasta aquí llegaste”, dice a SEMANA Edna Díaz, la mamá de Valery Vides Díaz, una deportista que practica karate desde los 9 años, ha obtenido innumerables logros a nivel departamental, nacional y ha integrado la Selección Colombia desde infantil y hasta mayores en categoría cadetes de +54 kg.
Tras 6 años de práctica con la Selección Tolima y Colombia, Valery no pudo estar en el año de pandemia en el Salvador. Sin embargo, este año tuvo desquite el centroamericano en marzo en Bogotá y en suramericano de Guayaquil, Ecuador. En ambas competencias obtuvo bronce. Además, en agosto fue el panamericano en México y quedó quinto lugar entre más de 16 países.
Valery se prepara para el nacional el 15 y 16 de octubre en Cali y para el mundial, debería estar viajando días antes de competir para adaptación, reconocimiento, entrenamientos y demás.
Por ser menor de edad, Valery debe viajar con un acompañante. Ni siquiera su entrenador puede estar por falta de dinero. Entonces, como es cierto que una mamá hace todo por su hijo, está dispuesta a conseguirse el dinero y acompañar a su mayor orgullo. Las redes sociales son su mejor medio para lograr la meta económica, incluso grabaron un ingenioso video que quieren hacer viral para conseguir la plata.
Ha recogido hasta ahora 2 millones de pesos, de los cerca de 24 que necesita. Dice que está dispuesta a llevar a su hija a cumplir el sueño, así ella solo pueda desayunar durante el mundial. Edna, la mamá de Valery es contadora independiente, madre soltera y con su esfuerzo, pagó la inscripción y algunos de los elementos de competencia.
“Me preocupa, además del viaje, los equipamientos que debe tener para entrenar y para el mundial. Cada herramienta debe tener unos mínimos requeridos, cualquier desgaste impide competir. Mi hija tiene un uniforme que no cambia hace cuatro años. Utiliza doble pechera, una de pasta dura que gracias a Dios le pude comprar, pero el resto, así sea prestado”, afirma a este medio.
Edna ha hecho desde rifas de pollo asado, bonos, comercialización de ropa y todo lo que se le ocurra. Su hija además vende dulces en los viajes y en la liga para aportar su granito de arena. Además, crearon una vaca virtual en la que buscan más apoyo. https://armatuvaca.com/vaca/PJ144831zTt20762.
Son por lo menos unos 10 padres de familia los que están en la búsqueda de los recursos.
Valery de 15 años, no solo entrena 6 horas diarias. Responde en su décimo grado con las mejores calificaciones y espera que tanto esfuerzo deportivo de su parte y el de su mamá, tratando de encontrar respaldo, valgan la pena con una beca deportiva en un futuro no muy lejano.
¿Qué dicen las entidades del deporte?
Edna dice que la desgastó escuchar promesas políticas.
“Siempre dicen que sí, por formalismo, que vuelva, que mande una propuesta y nada pasa o simplemente de la Federación dice que no hay presupuesto y la verdad nos acostumbramos a que no nos dan mucho, entonces lo trabajamos nosotros mismos. Eso ya no nos extraña. No hemos podido llegar al Ministerio del Deporte, nos cansamos de tocar puertas”, dice la mamá de Valery.
Sin embargo, el presidente de la Federación, Eliécer Solera, afirma lo contrario.
“Apoyaremos con hotel y comida. De cada liga se apoya a uno o dos deportistas, dependiendo de la opción de medalla porque no hay dinero que alcance para apoyar el deporte. Incluso al mundial, solo va un delegado y hasta el momento, tres entrenadores. Las federaciones solicitan que la empresa privada patrocinen el deporte”.
Cuenta la mamá de Valery además que en Tolima se reconoce una medalla al año, independiente del número que ganen. Eso significa un salario mínimo que no pagan de inmediato. A veces los pagan hasta dos años después, pero no con el incremento del valor actual.
“Eso sí, cuando ganan aparecen los políticos y hasta los medios por la foto y la entrevista”, dice frustrada Edna.
Mientras tanto, Valery cumple su papel de prepararse de la mejor manera, aunque a veces ve a su mamá esforzándose tanto que le pregunta “Mamá, ¿y si yo no logro nada?”. La respuesta de Edna es recordarle que su clasificación ya es un premio para ella y para un país que no apoya sus talentos deportivos.