Daniel Cataño fue agredido por la espalda por Alejandro Montengro, hincha del Tolima, antes de iniciar el juego con Millonarios.
El jugador embajador reaccionó, lo persiguió y lo tumbó en la cancha. Wilmar Roldán, árbitro del compromiso, lo expulsó, y el partido, después de la discusión entre las garantías de seguridad o no, se suspendió.
Dimayor se pronunció en un escueto comunicado rechazando los actos de violencia.
“Dimayor ratifica su postura de repudiar los hechos de intolerancia que se presentaron en el estadio Manuel Murillo Toro, los cuales llevaron a que el equipo arbitral suspendiera definitivamente el inicio del partido. Tales hechos ya fueron puestos en conocimiento del Comité Disciplinario del Campeonato único, órgano disciplinario legitimado para conocer y resolver las conductas descritas en los informes y establecer si las mismas configuran o no faltas disciplinarias”, informaron.
David Macalister Silva, capitán de Millonarios, dijo a SEMANA que el hecho pudo haber terminado en tragedia.
“Las garantías no estaban brindadas desde el principio y en el momento en que ocurrieron las cosas. Más que como garantía o no, tenemos que verlo como una alerta a lo que Dios no quiera puede llegar a ser una tragedia. Lo verdaderamente importante es la integridad de los jugadores, árbitros, cuerpo técnico e hinchas. Si el caos se apodera del estadio, estaríamos hablando de una tragedia. Es pensar en lo que pudo pasar y, sobre todo, buscar una solución”, indicó.
Alejandro Montenegro fue sancionado con 20 salarios mínimos de multa y tres años sin ingresar al escenario deportivo, aunque está todavía sujeto a lo que decida la Dimayor al ser un ente privado, mientras Cataño fue llamado a declarar en la ciudad donde ocurrieron los hechos, al tiempo que espera por las fechas de sanción que le aplicará la comisión disciplinaria, entendiendo que vio la roja por reaccionar con violencia al golpe que le dio el aficionado.
Además, la decisión de Medicina Legal, que evaluó la situación luego de la denuncia de Cataño fue otorgarle el beneficio de tener 10 días de incapacidad para recuperarse del golpe que sufrió en su espalda y cabeza.
Lo sucedido este domingo en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué ha sido todo un escándalo. Las imágenes de un hincha del Deportes Tolima agrediendo a Daniel Cataño, jugador de Millonarios; la expulsión del futbolista por devolver la agresión; el dilema de dirigentes, entrenadores y jugadores sobre jugar o retirarse del campo; y la decisión final de suspender el partido, le han dado la vuelta al mundo. Se ha pronunciado la Dimayor, el Ministerio del Deporte y demás entes y protagonistas, pero hasta ahora empiezan a darse decisiones claras y drásticas sobre el caso de agresión a Cataño.
La Secretaría de Gobierno de Ibagué también impartió sanciones, a través de Milton Restrepo, secretario de esa dependencia.
“Sancionar a las tribunas oriental y familiar (nororiental) por la apología a la violencia al aplaudir al hincha que agredió al jugador de Millonarios. Sanción al hincha agresor y pedir su no ingreso a ningún estadio de Colombia. Sanción a las barras de Millonarios, que agredieron al Esmad”, indicaron.
El último hecho involucró a un usuario de Twitter llamado Wilmer Roldán, a quien están confundiendo con el árbitro antioqueño que estaba encargado de impartir justicia.
El ciudadano aclaró el tema que se ha vuelto anecdótico y chistoso.
“Lamento mucho lo que sucedió ayer entre Millonarios y Tolima, pero les agradezco que dejen de madrearme y confundirme con Wilmar Roldán. Yo NO soy árbitro de fútbol ni he expulsado a nadie”, indicó el usuario @WilmerRoldan79.