Ha sido una temporada muy complicada en la Champiosn League para Szymon Marciniak, el árbitro que dirigió la final de la Copa del Mundo de 2022, y el resto de sus auxiliares polacos.
Dos decisiones en los descuentos por parte de Marciniak y sus ayudantes — perjudicando al Bayern Munich en las semifinales el miércoles y a Newcastle en la fase de grupos en noviembre — han provocado polémicas arbitrales que son inconcebibles en torneos de tanto prestigio.
En ambas ocasiones, las intervenciones de Marciniak y su terna fueron en contra de los parámetros que la Uefa recomienda a sus árbitros: no detener el juego de inmediato en situaciones con una ajustada posición adelantada y no pitar un penal por una mano cuando el balón se desvió en el cuerpo del jugador.
Fue una “decisión desastrosa”, señaló el técnico del Bayern Thomas Tuchel sobre la bandera que el asistente levantó y que Marciniak pitó de inmediato como offside en un agónico ataque en el decimotercer minuto del tiempo añadido. El Bayern necesitaba un gol para forzar una prórroga ante el Real Madrid.
Matthijs de Ligt remató al arco, y de haberse convalidado, el marcador quedaba 2-2, obligando a un desenlace en la prórroga.
En la anterior polémica de Marciniak, el técnico de Newcastle Eddie Howe tildó de “pésima decisión” cuando el Paris Saint-Germain convirtió un penal en el octavo minuto de descuento para salvar un empate 1-1 en el Parque de los Príncipes.
El triunfo hubiera dejado a Newcastle por encima del PSG y en el segundo lugar del grupo, por detrás del líder Borussia Dortmund, con una fecha por disputar. El PSG avanzó eventualmente hasta las semifinales y fue eliminado esta semana por el propio Dortmund.
Marciniak decretó el penal por una mano contra el zaguero de Newcastle Tino Livramento tras la consulta con el asistente del VAR. Ese asistente, Tomasz Kwiatkowski, fue descartado para su siguiente compromiso partido en la Liga de Campeones.
Kwiatkowski trabajó el miércoles en Madrid, pero no intervino en el ceñido fuera de lugar del Bayern debido a que Marciniak había parado la jugada antes del remate de De Ligt.
“Es como una traición”, indicó Tuchel. “Es un error importante porque el árbitro tiene la posibilidad de no pitar. Se da cuenta de que hemos ganado el rebote. Pitar es una pésima decisión. Va contra el reglamento, es una mala decisión de ambos”.
“El línea se disculpó, pero eso no sirve de nada”, añadió.
De Ligt mencionó que el asistente se excusó directamente con él, que había sido el autor de la anotación: “Me dijo que lo lamentaba y que se había equivocado”.
La UEFA no se pronunció el jueves al acatar su protocolo sobre las decisiones en la cancha.
Aún considerado como uno de los mejores árbitros del mundo, Marciniak tiene previsto dirigir en el Campeonato Europa, donde el estadio del Bayern es uno de los 10 escenarios del torneo entre el 14 de junio y el 14 de julio. Se antoja poco probable que la UEFA asigne a Marciniak y sus asistentes para un partido en Múnich, dada la posibilidad de que asistan hinchas del conjunto ‘bávaro’.
*Con información de The Associated Press (AP).