Con la palabra intensidad es que se puede calificar el juego de la ‘Finalissima’ entre Italia y Argentina que se llevó a cabo este miércoles -1 de junio- en el mítico estadio de Wembley, Inglaterra. Un estadio que sirvió como casa del enfrentamiento entre la campeona de la Copa América y la campeona de la Eurocopa, con antecedentes importantes entre estos dos países que beneficiaba en su mayoría a los sudamericanos, con un historial reciente de 0-2 a su favor.
El juego desde los primeros instantes mostró el deseo descontrolado por ambos equipos para quedarse con el resultado, ambos desde sus planteamientos tácticos, sin embargo, fue la Argentina de Messi la más entregada a no dejar pasar la oportunidad de consagrarse nuevamente con un título para su país, la que hizo más por el resultado final.
Por tramos, la superioridad futbolística de los sudamericanos se impuso en su totalidad sobre los europeos, tanto así que los italianos tuvieron que recurrir a las faltas para frenar las acciones ofensivas de su rival. La imagen más clara que reafirmó lo sucedido en campo, fue una en la que fue protagonista el central italiano, Leonardo Bonucci, quien tras una disputa en lo alto de un balón llovido con Lionel Messi, lo impactó de manera fuerte en la cara, haciendo vibrar a los asistentes al estadio y jugadores en campo por lo desleal que había sido la acción sobre uno de los mejores jugadores del planeta.
Fácilmente, el chileno Maza, arbitro central del juego habría podido expulsar el zaguero de la Juventus, sin embargo, tuvo piedad del jugador y terminó la polémica en una amarilla, discutida por todo el seleccionado argentino.
Posterior a ello, Argentina en el resultado general ya llevaba una ventaja de 1-0 que se mantuvo los últimos minutos del primer tiempo, cuando Di María se juntó con sus compañeros y terminó ampliando a dos la ventaja para su seleccionado. Tras el descanso y la continuidad de los primeros diez minutos del segundo tiempo, apareció en el campo ingles otra de las imágenes que quedaron como anécdota para este juego, a diferencia de la primera no polémica pero sí viral y que habría podido terminar en un papelón para los italianos.
Cuando el reloj marcaba el minuto 55, hubo una agobiante presión por parte de Argentina en campo de su rival, presión que fue tan asfixiante que obligó al Bonucci a jugar hacia su propio arco y con su arquero Donnarumma, lo que parecía un pase simple que había podio resolver de manera fácil el golero, terminó convirtiéndose en una jugada de sumo peligro que obligó al portero italiano a estirar su humanidad para sacar de la raya el balón y no sentenciar otra anotación a la goleada final 3-0 que consagró campeona de la ‘Finalissima’ a la Argentina de Messi y compañía.
Entre otros sucesos importantes del compromiso, el capitán de Italia, Giorgio Chiellini, disputó únicamente la primera parte de la Finalisima contra Argentina, este miércoles en Londres, en su 117º y último partido con la camiseta de su selección nacional.
El defensa central fue cambiado en el descanso del partido por Manuel Lazzari, cuando Argentina dominaba ya 2-0 en el marcador.
Chiellini, de 37 años, se despidió recientemente de la Juventus y ahora de la Azzurra. Según la prensa, debería continuar su carrera en el fútbol de clubes en el campeonato norteamericano.
La ‘Torre de Pisa” (su ciudad natal) quería inicialmente despedirse de Italia tras el Mundial de Catar-2022, pero su selección cayó 1-0 ante Macedonia del Norte en la repesca europea, el pasado marzo, y no consiguió ese billete para Doha. Ello le hizo avanzar sus planes para el adiós al equipo nacional.
Con 117 partidos como internacional, se une en el cuarto puesto a Daniele De Rossi en la clasificación de los jugadores con más partidos con la Nazionale. El trío de cabeza lo conforman Gianluigi Buffon (176), Fabio Cannavaro (136) y Paolo Maldini (126).
*Con información de la AFP.