Las 24 horas de velación de Pelé en el estadio Vila Belmiro terminaron con una multitud de personas esperando la salida del cuerpo de ‘O Rei’. Sobre las 9:30 de la mañana, los agentes bloquearon el ingreso al escenario deportivo, dejando a varios fanáticos sin la posibilidad de ver por última vez al máximo ídolo en la historia del fútbol brasileño.

Minutos después, tal como estaba programado si el clima lo permitía, una corte marcial llevó en hombros el ataúd del ídolo hasta un carro de bomberos, encargado de hacer la esperada procesión por las calles de la ciudad que lo vio erigirse como ídolo. Después de salir del estadio, el cuerpo pasaría por la playa y luego llegaría hasta el barrio donde se ubica la casa de su madre, doña Celeste, que, según contó la hermana de ‘O Rei’, aún no se había enterado del fallecimiento de su hijo.

Mientras el cuerpo de bomberos hacía el tránsito por Santos, miles de aficionados esperaban aglomerados sobre el andén, cantando en honor a Pelé y gritando su nombre como señal de homenaje antes del último adiós, que sería en el Memorial Necropolis Ecuménica, el cementerio vertical más alto del mundo y que, curiosamente, tiene vista directa al estadio Vila Belmiro.

Este lugar donde reposarían sus restos mortales fue elegido por el propio Pelé, hace más de 19 años. “Elegí este lugar por su organización, limpieza y estructura. Es un lugar que transmite paz espiritual y tranquilidad, donde la persona no se deprime, ni siquiera parece un cementerio”, explicó en una vieja entrevista para el diario A Tribuna.

Es por eso que la dirigencia de Santos diseñó un trayecto en el que pasaría por las principales vías de la ciudad, antes de pasar por la casa de su familia y retomar el rumbo hacia el Memorial. Afortunadamente, el clima contribuyó para que la procesión fuera todo un éxito y el eterno 10 se despidiera acompañado de miles de fanáticos, incluso algunos que no lo alcanzaron a ver jugar, pero se enteraron de todos los logros deportivos que consiguió con la camiseta del peixe y de la selección de Brasil.

A lo largo del recorrido se vieron centenares de camisetas blancas con el dorsal número 10, pero también salieron hinchas de otros clubes que, a pesar de tener al Santos como rival, no desconocen la mítica figura del ídolo que falleció el pasado jueves 29 de diciembre a la edad de 82 años, producto de una lucha incansable contra el cáncer de colon.

Homenajes por montones

Brasil ha vivido 24 horas de total tristeza, viendo pasar miles de personas que se pusieron cita en Vila Belmiro, entre ellas personalidades del fútbol y exjugadores que compartieron con ‘O Rei’ sobre el terreno de juego. Una de las visitas más emblemáticas fue la del presidente de la Fifa, Gianni Infantino, que estuvo en la carpa dispuesta para familiares e invitados, hablando con Edinho, hijo de Pelé, y consolando a la viuda Marcia Aoki.

Infantino pidió a las federaciones de todo el mundo recordar con respeto la memoria de uno de los futbolistas más grandes de la historia. “Era el único jugador que había ganado tres veces la Copa Mundial. Su habilidad e imaginación eran incomparables. Pelé hizo cosas que ningún otro jugador habría soñado siquiera”, dijo el dirigente suizo.

Este martes, horas antes de la procesión, el velorio de Pelé también recibió la visita del recién posesionado presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que llegó en helicóptero hasta un estadio cercano, antes de dirigirse a la casa del Santos, donde ofreció sus condolencias a la familia en nombre de todo el pueblo de Brasil.