El primer partido de Cristiano Ronaldo en Arabia Saudita no pudo ser mejor. El portugués, que hasta ahora no ha debutado con el Al-Nassr, salió como capitán del Riyadh Season enfrentando al París Saint-Germain en un amistoso disputado en el King Fahd International Stadium de la capital saudí.
Lionel Messi marcó a los 3 minutos, pero Cristiano no se podía quedar atrás. Después de la primera media hora de juego, cuando ya había tenido un par de aproximaciones, recibió un puñetazo de Keylor Navas en la cara, decretado como penal por el árbitro central sin necesidad de mirar el VAR.
El portugués quedó en el suelo, pero se levantó como pudo para cobrar. Después de echarse un poco de agua sobre el pómulo, tomó la pelota y la mandó a guardar con un fuerte remate a la mano izquierda del guardameta costarricense, que, paradójicamente, podría convertirse de nuevo en su compañero como reemplazo del colombiano David Osína.
La alegría del All-Stars duró poco, pues los parisinos golpearon nuevamente con el tanto de Marquinhos a los 43, justo después de haberse quedado con 10 jugadores por la insólita expulsión del español Juan Bernat, hecho que pocas veces sucede en un partido amistoso.
Mbappé lanzó un centro desde el costado izquierdo y encontró la pierna del defensor brasileño, que solo la desvió para el 2-1 aparentemente lapidario en la primera mitad.
Con lo que no contaban era con el error de Sergio Ramos ante nadie más que su compañero de mil batallas en el Real Madrid. Cristiano ganó el cabezazo y, después de estrellarlo en el vertical, le quedó el rebote para redireccionar su primer intento y marcar el segundo, que decretó el empate a dos goles con el que se fueron a los vestuarios.
Cristiano celebró a la antigua, sacando la lengua y haciendo el popular “siuuu”, que fue entonado por los miles de asistentes al King Fahd. Acto seguido, el juez decretó el pitazo final de una primera mitad que tuvo de todo, incluso un penal errado por Neymar cuando el PSG había podido ponerse 3-1 por encima.
De regreso en el campo, tanto Messi como Cristiano regresaron al campo, lo que prometía ser un ‘sorbo’ más de esa histórica rivalidad que está cerca de terminar por el retiro del que ya han llegado a hablar cada uno de los protagonistas de una década gloriosa para el fútbol mundial.
Al menos lo que está claro, de acuerdo a sus propias declaraciones, es que Qatar 2022 fue su última vez en una Copa del Mundo y los posibles enfrentamientos que se den estarán sujetos a un improbable encuentro entre el PSG y el Al-Nassr, más allá de los negocios que puedan desencadenar otro amistoso en medio oriente.
Debut por todo lo alto
Cristiano ya había adelantado hace unos días, en su presentación oficial, que no llegaba a Riad de viaje, sino para asumir un nuevo reto en su carrera. “Estoy muy orgulloso de este paso que he dado. Mi trabajo en Europa ya está hecho”, zanjó en su primera frase vestido con los colores del cuadro saudí.
“Es mi decisión, me ha apoyado mi familia, sobre todo mis hijos, estamos orgullosos. La gente en Arabia Saudí me ama. La bienvenida ha sido espectacular”, continuó el ‘Bicho’, con una sonrisa en el rostro y sentado al lado del técnico Rudi García, que también celebró el fichaje más importante en la historia del fútbol saudí.
Cristiano no regateó a la pregunta de las otras ofertas que le pudieron llegar antes del Al-Nassr, sin embargo, confirmó que ninguna le sedujo tanto como la del Al-Nassr. “Esta es una gran oportunidad no solo por el fútbol, sino para intentar cambiar la mentalidad del mundo. He tenido ofertas para jugar en Europa, Brasil y Australia, incluso en Portugal. He elegido este desafío porque quiero ayudar este gran país e intentar ayudar con mi experiencia a desarrollar el país y el club”, admitió.
Su debut ya en un partido oficial se espera para este domingo 22 de enero en el Mrsool Park, casa del Al-Nassr, enfrentando al Al-Ettifaq por una jornada más del campeonato local.