La dupla familiar conformada por Juan Pablo Montoya y su hijo Sebastián se vio afectada por un choque que se produjo en la carrera de resistencia de las 12 Horas de Sebring. Como consecuencia, los Montoya quedaron por fuera de la competencia.

Tan solo pasaron dos horas y 40 minutos cuando en la pista de recorrido se presentó un choque que, por desgracia, les jugó una mala pasada a los colombianos, quienes iban liderando y los sacó en el Sebring International Raceway de Estados Unidos.

Todo empezó de la mejor manera, Sebastián Montoya condujo el Oreca 07-Gibson, una máquina que supo manejar para el equipo Dragon Speed. Su talento lo ubicó en las primeras posiciones de la competencia.

La pista tenía uno que otro percance para que los corredores los invadieran; así como lo hizo el menor de los Montoya, arrancó con solidez y mente ganadora.

En los primeros minutos la competencia estaba reñida y, más que eso, la dificultad de la pista debía ser controlada por Sebastián. Enseguida, su padre ingresó a la pista, hizo el relevo y con su característica conducción, Juan Pablo arrancó agresivo y liderando. Sin embargo, los cálculos no le dieron acogida y se presentó un impensable accidente, que sacó a la dupla de la imponente carrera.

Hay que señalar que esta es la primera vez en la que los familiares de primer grado comparten una carrera y, aunque no fue lo que Juan Pablo y Sebastián tenían en mente, no cabe duda de que se aproxima un futuro exitoso para la pareja de corredores.

En ocasiones, para sobresalir en la pista se deben tomar riesgos y eso fue lo que hizo el mayor de los Montoya.

“Obviamente no era lo que esperábamos. Pero mi papá no tenía nada qué hacer. Él tiene mucha experiencia. Lo que él hizo creo que es lo que hubiéramos hecho todos. Pero yo me siento muy feliz, el equipo trabajó muy bien y muy fuerte”, manifestó Sebastián, alegre de compartir la misma pasión que le ha dado todo a su padre.

Sebastián Montoya ya deslumbra en las pistas del mundo, pues a diferencia de cualquier pequeño, el joven cambió las aulas de clase por las pistas de Nascar. Sus mejores aprendizajes los tuvo en las 24 Horas de Daytona, el Autódromo Hermanos Rodríguez, el circuito mixto de Infineon Raceway, el de Watkins Glen o Indianápolis.

Con apenas 16 años, Sebastián Montoya ya se abre paso en las grandes categorías del automovilismo | Foto: Oficial @PREMATeam

“Yo siempre iba a las carreras chiquito. Me regalaron un kart y empecé a manejar, luego un vehículo más grande y saltaba de categoría en categoría. Ahí supe que esto era para el resto de mi vida”, dice Sebastián. Eso sí, a sus 16 años tiene claro que no siempre quiere ser alumno y por eso se prepara para ser, en algún momento, el maestro. “Mi papá me dice siempre que no sé lo bueno que soy. No le he dicho de frente que lo voy a pasar, pero sí le he dicho que no se la voy a poner fácil”.

De la misma manera en que se transformó y creció como piloto, ha evolucionado la relación con su papá. Desde 2008, empezó a correr en karting y logró varios campeonatos en Estados Unidos y Colombia. En 2019 estuvo en la CIK FIA European Championship y World Championship.

Además, se ha preparado con entrenamientos privados en Fórmula BMW e incontables horas en simulador. En 2020 se incorporó a la escudería Telmex Telcel, debutando en la Fórmula 4 italiana con el equipo Prema. Recientemente, ‘Mini-Montoya’, como lo conocen muchos, ganó en Yas Marina en su primera carrera en Fórmula Regional en Abu Dabi y en Dubái en la primera carrera de tercera ronda de Frac.