Rafael Nadal se despidió del Australian Open este miércoles, luego de caer en tres sets corridos frente al estadounidense Mackenzie McDonald, número 65 del ranking ATP. El español, que llegó a Melbourne como defensor del título, no se encontró en su mejor forma física y tuvo que se atendido hasta en dos oportunidades por el personal médico.

En rueda de prensa confirmó que se trataba de un problema en la cadera y lamentó tener que irse tan prematuramente del primer Grand Slam del año. McDonald aprovechó los dolores del zurdo para sentenciar su victoria con un contundente marcador de 6-4, 6-4 y 7-5, que no dejó lugar a una recuperación del actual número 2 del mundo.

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Más allá de la derrota, lo que más preocupa a la familia y cuerpo técnico de Nadal es esta nueva lesión que se suma al problema que arrastra en el pie izquierdo por el síndrome de Muller-Weiss, además del desgarro abdominal que lo hizo retirarse el año pasado de Wimbledon justo después de haber clasificado a la semifinal.

Su esposa Xisca Perelló estuvo presente en el Rod Laver Arena y dejó una imagen desgarradora que ya le da la vuelta al mundo. Tras las primeras muestras de dolor de su pareja, la también española rompió en llanto y tuvo que ser consolada por los otros miembros del equipo que miraban con nerviosismo lo que sucedía en la cancha.

Nadal ya ha dicho abiertamente que muchos miembros de su familia le han pedido que tome el retiro, sin embargo, fiel a su personalidad, ha decidido continuar como profesional al margen de los constantes problemas físicos que han mermado su rendimiento de unos años para acá.

“El vaso se va llenando”

En la conferencia de prensa posterior al partido, Nadal aseguró que no es nueva la lesión que sufrió este miércoles. “No soy muy negativo en cuanto a las lesiones. Es verdad que tengo unos problemillas en la cadera desde hace años, lógicos por todo el tiempo que llevo jugando. Es verdad que las últimas imágenes estaban un pelín peor, pero no estaba limitado para jugar”, señaló para llamar a la tranquilidad de sus seguidores.

“Había notado algunas molestias estos días, pero no imaginaba nada como esto, porque al final no es un problema que haya privado de jugar en el pasado. No sé si el problema es articular, o del cartílago, o del músculo que se ha roto. Tendré que esperar a la resonancia y ver qué es lo que ha sucedido ahí”, explicó.

Rafael Nadal en la rueda de prensa posterior al partido de este miércoles | Foto: AFP or licensors

Esta nueva despedida provocará que descienda nuevamente en el ranking mundial y deja en incógnita cuál será el próximo torneo que disputará este año. “Nunca he estado en condición de quejarme, la vida me ha dado tantas cosas positivas que no tengo derecho a ello. Sin embargo, es evidente que van sucediendo cosas, el vaso se va llenando y llega un momento que el agua puede salir por fuera”, indicó.

A pesar de este nuevo fracaso, el manacorí no piensa todavía en rendirse. “Estoy cansado, triste y decepcionado. A partir de aquí, cuando las cosas avancen, se tomarán las decisiones adecuadas, porque quiero seguir jugando al tenis, no dar un paso atrás”, sentenció, saliendo del paso a la posibilidad de seguir el camino de su gran amigo Roger Federer, que prefirió retirarse ante la cantidad de lesiones que sufrió en el final de su carrera.

“Aunque mis sensaciones actuales son malas. Necesitaba pasar días en el circuito y estas tres semanas han sido positivas, porque he podido recuperar muchas cosas a nivel de movilidad, de competitividad, y espero no tener que estar otra vez mucho tiempo fuera, porque así es muy difícil coger la forma”, terminó.

Rafael Nadal niega que esté pensando en el retiro | Foto: AFP or licensors